La Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) organizó ayer en Toledo la jornada ‘Castilla-La Mancha en el camino hacia el exterior’, en colaboración con Bankia. Una sesión que contó «las voces más expertas» en comercio exterior e internacionalización del país, manifestó el presidente de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) en Castilla-La Mancha, Juan Antonio López Montero. Una de esas voces es la del consejero delegado del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), Francisco Javier Garzón, quien, en declaraciones a los medios antes de inaugurar la jornada, transmitió la necesidad de seguir acudiendo a los mercados exteriores, al margen de que la situación económica esté mejorando, «por todo lo que aportan a la empresa desde el punto de vista de la competitividad y la diversificación de oportunidades».
Aseguró que salir al mercado exterior ha sido un factor importante durante la crisis económica y, precisamente ahora, que España está creciendo, «es necesario insistir» en no abandonar la cultura exportadora y que la Administración «siga apoyando a las empresas» en este camino. En resumen: que la mejoría en la demanda interna no ciegue al empresario y «tenga de nuevo solo la tentación de fijarse en el mercado interior». «No tenemos que darnos por satisfechos, sino que tenemos que seguir trabajando y mostrando las virtudes de salir al exterior», subrayó el consejero delegado del ICEX.
En este sentido, el Instituto de Comercio Exterior, explicó, seguirá trabajando para mostrar todos los servicios de valor añadido que este organismo tiene diseñados específicamente para las empresas en función de sus características. «Es lo que nos permite ser un apoyo efectivo para ellas», apostilló Garzón.
Dicho esto, aprovechó la ocasión para insistir de nuevo en que los mercados exteriores han sido y son «una gran oportunidad» y recordó que muchas empresas de medio y pequeño tamaño que empezaron a internacionalizarse hace diez o quince años «han logrado mantener el empleo» en crisis gracias a que el 50 ó el 60% de sus ingresos provenían de la exportación.
APRENDER LA LECCIÓN. Todas las empresas «deben tener presente esta lección para que no se vean en dificultades cuando cambie de nuevo el ciclo económico, porque esos ciclos están ahí, y tenemos que conseguir poner las bases exportadoras suficientes para que nos den robustez en tiempos de bonanza y en crisis».
Por lo tanto, concluyó, «la exportación no es una opción, es una necesidad» y, aunque requiera esfuerzos, rediseñar la empresa o añadir recursos, la recompensa merece la pena. Para ayudarlas en este camino, añadió, «estamos las instituciones para apoyarles en sus primeros pasos y tratar de facilitarles la presencia en los mercados exteriores».