El Viña Rock ha acogido en el recinto de los escenarios del festival a unas 60.000 personas por día y un total de más de 200.000 asistentes, 350 medios de comunicación y 1.400 trabajadores. El festival de música arte-nativo « ha dejado, según estima la empresa, entre 16 y 18 millones de euros de euros de impacto local recibiendo a personas de todas partes de la península y países como Alemania, EE.UU., Francia e Italia».
Son los datos oficiales ofrecidos por los representantes de la empresa organizadora, Reacción Rock, de uno de los eventos musicales más multitudinarios de España.
Señalan que «teniendo en cuenta las solicitudes escuchadas en 2014, Viña Rock ha duplicado los accesos para reducir colas, ha mejorado la comunicación entre la parte superior e inferior del recinto, ha aumentado el número de químicos, duchas y limpieza».
«Durante el veinte aniversario de Viña Rock han pasado más de 120 bandas entre emergentes y tradicionales por sus ocho escenarios. En esta edición se han afianzado los escenarios y zona reggae ubicados en la parte superior del recinto, sin olvidarnos del alto nivel de los escenarios de rock, metal y mestizaje».
Feria cannábica. Indicaron que «Viña Grow se ha convertido en la feria cannábica más grande del Estado donde se ha incorporado una programación de monólogos, conferencias y diferentes actividades lúdicas. Se han retransmitido un gran número de conciertos vía streaming desde la propia web del festival, página que ha recibido más de dos millones de visitas únicas durante todo el año».
«Un año más, Viña Rock mantiene su compromiso con el medio ambiente desarrollando una campaña de recogida selectiva de residuos para el reciclaje». La empresa organizadora añadió en su comunicado que «la empresa e instituciones siguen apostando por escuchar a sus asistentes para mejorar cada año y teniendo la seguridad como su máxima preocupación».
Indicaron que «Viña Rock se despidió con grandes actuaciones como la de Los Suaves, La Raíz, WarCry, Onyx, La Excepción o Los Chichos pero la organización ya tiene la cabeza puesta en la vigésima primera edición del festival. 120 agrupaciones musicales repartidas en ocho escenarios, con más horas de música y un equilibrio entre las grandes bandas de siempre, bandas emergentes y bandas noveles y un cartel donde más de la mitad de ellas nunca habían participado en el festival».
Reseñaron «algunas de las principales mejoras que se habían introducido este año como haber logrado una mayor fluidez en las entradas y salidas al recinto de los conciertos mediante el asfaltado de una rampa que constituía un cuello de botella en el Auditorio y que ofreció una mayor seguridad a los asistentes, además de aumentar el número de aseos químicos y duplicar las duchas, intensificar los servicios de limpieza con un proceso selectivo de residuos para su reciclaje».
Según manifestaron «más de 1.400 personas velaron en todo momento por la seguridad de los asistentes». Agradecieron a los patrocinadores su colaboración «en tiempos que no son fáciles y su ayuda es importante, asimismo a los servicios médicos de la empresa que trabajaron dentro del recinto para atender al público»
Por último los representantes de la empresa organizadora advirtió que «el esfuerzo lo está haciendo el público a nivel cultural y llevamos unos años apretándonos el cinturón y pensamos que es importante que a nivel central vayan pensando si hemos de volver al estado anterior».