El pleno más corto y la votación más larga

S.L.H. / Toledo
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Trece días ha durado la película desde que arrancara el pasado 22 de abril en las Cortes con el debate y votación de la Ley de Medidas Administrativas y Tributarias. Bueno, votación no, pues no se completó de manera correcta. Ayer aparecieron los créditos finales en un pleno que duró tan solo tres minutos y medio.

La polémica surgió después de que los diputados del PSOE no reparasen en levantarse para votar a favor del proyecto de ley, ante lo que el presidente de las Cortes, el socialista Jesús Fernández Vaquero, instó a repetir la votación, lo que provocó la queja de la bancada del PP. Finalmente, solo se votó una parte de la norma y, a continuación, el presidente de la Cámara dio por finalizada la sesión.

Los servicios jurídicos de las Cortes expusieron que una ley debe votarse en un solo acto, por lo que para que pueda aprobarse planteaban que se reanudara el pleno en el que se votó una parte y vuelva a votarse toda la ley.

En el informe jurídico, el letrado mayor de las Cortes consideraba que, en la votación de la ley se dieron «al menos, tres aspectos de muy diversa trascendencia que han de ser tenidos en cuenta», el primero de ellos, la repetición de una votación. Este hecho no es «ni mucho menos, insólito en las Cortes» ni en la práctica parlamentaria española y a continuación citaba siete ejemplos de repetición de una votación.

El segundo aspecto, a juicio del letrado, era haber terminado el pleno sin haber agotado el orden del día con el que fue convocado, ya que faltaba por votar una parte del anexo del dictamen. Y resalta que, puesto que el orden del día no se había agotado, «el presidente no podía levantar la sesión dándola por finiquitada».

El tercer aspecto era el de las votaciones que se produjeron, pues recordaba que uno de los grupos no expresó en ella la posición que mantenía «con total claridad» y, por otro, porque no fue votado en su totalidad.