El debate de la peatonalización se reabre con la cercanía electoral

E. REAL JIMÉNEZ
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La mayor parte de los partidos lo incluyen, de forma más o menos evidente, en sus programas, con la diferencia clave de que, quienes más se oponían, ahora lo ven con buenos ojos, como la Federación de Comercio de Albacete

Albacete es una de las pocas ciudades de su tamaño y características que no cuenta con un centro peatonalizado o, al menos, con un tráfico regulado que permita una mejor convivencia entre vehículos y peatones.

La cercanía de las elecciones, y lo muy dividida que está la opinión pública en estos comicios, ha llevado a que prácticamente todos los partidos y formaciones políticas aborden esta cuestión de forma más o menos directa.

«Nuestra postura es clara, buscar una solución consensuada tanto con el sector del comercio como con los vecinos de la zona», resalta a este diario el candidato del PP a la Alcaldía, Javier Cuenca. La misma afirmación que el cabeza de lista socialista, Modesto Belinchón, que defiende que «cualquier decisión de este tipo que tomemos, será desde el consenso».

La diferencia entre uno y otro es que, mientras que el candidato del PSOE hace una «apuesta por la peatonalización» porque Albacete «merece un centro peatonal que favorezca el desarrollo de un comercio amable y cercano» y facilitar el disfrute de la calle por los peatones, Cuenca no cita de momento medida alguna en este sentido, sino que está «abierto a estudiar todas las fórmulas planteadas, con análisis técnicos serios y rigurosos» para sopesar «tanto los posibles beneficios como perjuicios» del cierre al tráfico.

Eso sí, de nuevo coinciden en que la medida debe servir para revitalizar el comercio del centro. Así, mientras el programa socialista abordará la decisión pertinente como una de las actuaciones dentro de un Plan de Revitalización Comercial, la aspiración del Partido Popular es que esta medida, o las que acuerden con los colectivos, vaya en beneficio de la ciudad, para lograr «un auténtico centro comercial abierto». Ambas son reivindicaciones de la Federación de Comercio, que ha variado su posición de radical oposición a la peatonalización, y ahora habla de, primero mejorar calles como Marqués de Molins, Tesifonte Gallego o Teodoro Camino, para luego «de forma progresiva, primero como prueba y, si funciona, avanzar», peatonalizarlas, indica su presidente, Lorenzo López.

<b>POSTURA UNÁNIME.</b> Ganemos Albacete reclama, por su parte, «un pacto por la movilidad sostenible», concreta Héctor García, miembro de su candidatura, y «diseñar rutas alternativas para que la semipeatonalización del centro no colapse el tráfico» y recuerdan que el cierre a la circulación de vehículos privados «es una medida que defendemos desde hace años en determinadas calles».

El número dos de Ciudadanos, Arturo Gotor, también destacaba la apuesta «por la peatonalización de ciertos puntos de la ciudad mediante fórmulas que permitan la liberalización de suelo», en la presentación del programa electoral, y el candidato de UPyD, Hernando Martínez, apoya esta iniciativa para que «la convivencia vecinal prime sobre el tráfico».

<b>PARA TODOS LOS GUSTOS.</b> Más divididas están las posturas cuando los que hablan son los directamente afectados, sobre todo, en el caso de quienes regentan los establecimientos de la Calle Ancha.

Antonio Fernández, de Don Café, casi a la altura del Altozano, considera que «mejoraría la zona» aunque reconoce que la decisión «no es fácil, nos la jugaríamos un poco». A favor también Antonio Yagüe, del comercio Yagüe, que está convencido de que «haría desaparecer tanta furgoneta y vehículo mal aparcado» de la calle. «El centro de Albacete no está dando la imagen que debería», opina.

El ‘no’ también tiene muchos defensores. «Llevamos escuchando lo mismo desde que estaba Jerez», se queja Francisco Roldán, desde su estanco. Es más, muestra a este diario copias de artículos de revistas y periódicos «de cada vez que han querido los políticos peatonalizar». Incluso enseña las firmas en contra guardadas de la campaña, impulsada por la Federación, a finales de 2010. «A mí no me ayudaría, muchos clientes vienen en coche, y paran solo un momento», expone Carmen Roldán, de la administración de lotería anexa. «Yo no quiero la peatonalización, creo que perjudicaría el negocio», añade, por su parte, Zoraida Lozano, de Óptica Americana.