Cuando don Quijote se vio en la campaña rasa, libre y desembarazado de los requiebros de Altisidora, le pareció que estaba en su centro, y que los espíritus se le renovaban para proseguir de nuevo el asumpto de sus caballerías, y, volviéndose a Sancho, le dijo: «La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos».

De igual manera piensa María Dolores Cospedal que, apoyándose en este capítulo de la segunda parte de la obra más célebre escrita en español, aseguró que la falta de empleo «quita muchas cosas pero, sobre todo, la libertad» de las personas.

La presidenta de Castilla-La Mancha congregó a los medios de comunicación en el Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia, para haber un balance de sus dos primeros años al frente del Gobierno. Destacó el descenso del paro en 19.200 personas en los últimos seis meses como «sin duda la mejor noticia que se puede compartir con los ciudadanos».

Este dato sirve para «mostrar con hechos» que el «sacrificio, el esfuerzo y el tesón empiezan a dar sus primeros frutos», añadió la jefa del Ejecutivo que estuvo acompañada por todo su equipo de Gobierno.

Aunque dijo que las cifras de paro no son buenas, resaltó que «son mejores de lo que eran hace seis meses», lo que unido a la «mejora notable» de indicadores como el Índice de Confianza Empresarial, las exportaciones o la creación de sociedades mercantiles «hacen ver que se estamos trabajando en la dirección adecuada y que se está más cerca del equilibrio y de la prosperidad».

Así, recordó que este primer semestre de 2013 en el primero desde 2008 en el que baja el paro y ante este dato, se atrevió a aventurar  que en el último trimestre del año Castilla-La Mancha «ya habrá abandonado la recesión, y a partir del primer trimestre de 2014 la región empezará a crecer y a generar más empleo».

«DOS AÑOS NADA FÁCILES».  Reconoció también que estos dos primeros años no han sido nada fáciles, pero los esfuerzos realizados «han merecido la pena». Puso en valor, en este punto, la reducción en algo más de seis puntos del déficit, «algo que no ha hecho ninguna otra comunidad autónoma» y celebró que su Gobierno haya «salvado de la bancarrota» a la sanidad, la educación y los servicios sociales.

Las circunstancias de hace dos años, le obligaron a actuar «con urgencia y prudencia» con el objetivo de sanear unas finanzas públicas «en ruina». «Fue una situación dramática que nos exigió actuar con la máxima urgencia, teníamos los servicios públicos en quiebra y el mercado de trabajo en parada técnica. Se reclamaban actuaciones urgentes».

Insistió la presidenta regional en que ese panorama les obligó a desarrollar «una nueva forma de hacer política», reformista con medidas estructurales y no coyunturales, pero siempre -aseguró- con una línea roja infranqueable: «estos cambios no podían poner en peligro los servicios sociales básicos». Así recordó que sus políticas tienen los ojos puestos en ayudar al empresario o al campo, puso de ejemplo.

Tras enumerar muchas de las medidas que su Gobierno ha puesto en marcha estos dos años, Cospedal insistió en que «muy pronto» Castilla-La Mancha dejará atrás la recesión, aunque habrá que seguir «incentivando a la sociedad civil y a los empresarios».