La presidenta María Dolores Cospedal ‘arrebató’ el papel que los jueves tiene concedido el portavoz del Gobierno regional -la rueda de prensa del Consejo de Gobierno se traslada a hoy, viernes- para hacer balance de sus dos primeros años de legislatura. Vestida de rojo, Cospedal se rodeó de todo su equipo de Gobierno y valoró que en estos primeros 24 meses «se han hecho muchas cosas, pero quedan otros dos años por delante». Otros tantos meses hasta las elecciones de 2015 para alcanzar «la recuperación, fomentar el crecimiento y en los que veremos cómo crece nuestra economía y cómo se recupera el empleo». Es momento, por tanto, de afianzar las reformas «estructurales» ya hechas pues, explicó, «si una reforma se plantea, se aplica y, después, se abandona, se vuelve al estado anterior. Por ello, hay que consolidarlas». Insistió en que en esta consolidación invertirá el Ejecutivo castellano-manchegos sus esfuerzos hasta la próxima cita con las urnas.

Los objetivos del Gobierno, tal y como recalcó la presidenta, son los de sortear la crisis económica, acabar de una vez por todas con la recesión y el paro pero, sobre todo, «devolver a Castilla-La Mancha la esperanza de un porvenir que no la mantuviese alejada, por más tiempo, de Europa y del mundo».

Asimismo, hizo hincapié en que las reformas estructurales llevadas a cabo durante estos dos años han demostrado ser «plenamente compatibles» con el mantenimiento de unos servicios sociales universales, gratuitos y de calidad que «jamás volveremos a permitir poner en riesgo», aseguró.

Todos los logros conseguidos no habrían sido posibles sin haber acometido una racionalización del sector público, salvaguardando -subrayó- la educación, la sanidad y los servicios sociales.

No obstante, aseguró que su equipo de Gobierno seguirá trabajando para continuar afianzando esta reestructuración administrativa y añadió que, aunque los bienes inmuebles propiedad de la Junta no se están vendiendo como ella desearía debido a la crisis, «no descarto que se puedan vender» a partir de ahora.

Administración austera. Por último, presumió de tener una de las administraciones más austeras de España. «Si no la que más, que no se lo puedo confirmar porque no dispongo de ese dato, si sé que nos falta muy poco para serlo», concluyó la jefa del Ejecutivo castellano-manchego.