Víctor Manuel Martín: «Cuando gestionas el dinero de los demás, la ética es tan importante como cumplir la Ley»

J.S./S.L.H.
-

Víctor Manuel Martín es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad San Pablo CEU de Madrid y Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Castilla-La Mancha. Es el director general de Caja Rural Castilla-La Mancha

Usted calificó los resultados de Caja Rural Castilla-La Mancha de 2014 de «brillantes»...

El año 2014 ha sido un año fantástico para la entidad. Hemos alcanzado unas cifras impensables. Hace tan solo 3 años que iniciamos nuestro plan de expansión. Nadie creía en nosotros cuando decidimos afrontar el plan de expansión, pero en tres años hemos sido capaces de duplicar nuestro balance de 2010. También hemos duplicado la red de atención a los clientes por toda la región. Hemos desembarcado en provincias donde no teníamos presencia como Cuenca, Albacete o Ciudad Real; o mínima presencia como en Ávila. Hemos sido innovadores a la hora de orientar el negocio de Caja Rural CLM. Lo que pretendemos en el futuro es lograr dimensionar toda esa expansión, ir transformando paulatinamente esa red de agencias en oficinas y, sobre todo, rentabilizar esas nuevas unidades de negocio que hemos establecido. Pero lo más importante de nuestro balance es que no solo está compuesto de valores contables, sino que están incorporados en él valores éticos y morales. Me gusta diferenciarnos del resto de entidades porque somos, primero, una sociedad cooperativa de crédito y, segundo, una entidad de economía social, con alma, valores, con acción social que revierte lo generado en nuestros territorios de actuación y con nuestros clientes en la propia tierra. Cuando a los clientes se les ha ayudado en los tiempos difíciles, jamás lo han olvidado.

¿Ha habido algún parámetro contable que podría haber sido mejor?

Siempre nos gusta mejorar. Me hubiera gustado crecer más en balance, generar más beneficio, conseguir más clientes...

¿Esperabáis un mejor resultado?

Aunque pueda pecar de presuntuoso o de exceso de orgullo, del cual carezco, nuestros números han pulverizado nuestras previsiones. Sí me hubiera gustado poder abrir más oficinas, más puntos de atención a los clientes porque creo que el momento daba para ello. Éramos una entidad que tenía unos buenos cimientos, el mercado se había echado hacia atrás, los ejércitos de la competencia se habían replegado y nosotros hemos abiertos los espacios libres que nos han dejado. Hemos generado mucho empleo, director e indirecto, 181 trabajadores en estos años. Caja Rural es una garantía de futuro para la región. Hemos estado donde teníamos que estar, en los momentos difíciles sin ser llamado. Hemos estado soportando la financiación, incluso, como única entidad de miles de pymes y ayuntamientos de la región. La Caja ha sido el flotador de muchas economías municipales en momentos difíciles, cuando no había ninguna entidad que fuera a concurrir a las operaciones de crédito de los ayuntamientos. Ahora están todos. Ya ha pasado el tsunami, el miedo de la prima de riesgo ha desparecido y ahora todos van a financiar, pero nosotros hemos estado en los peores momentos de la crisis con las economías locales.

¿Fue complicado iniciar un plan de expansión en plena crisis?

Dificultad toda. Éramos un equipo recién estrenado. La mayoría venimos de la cantera pero era un equipo de dirección nuevo. Tuvimos que decidir quedarnos en nuestros territorios inmóviles o reaccionar, pero no porque nadie nos atacara, sino reaccionar también contra nosotros mismos. Hemos imprimido velocidad a la caja. Tomamos una decisión enormemente arriesgada pero, con el tiempo, se han visto sus frutos. Hemos sido algo excepcional en estos años en el mercado financiero.

¿Cómo se logra doblar balance y triplicar beneficios en un escenario de recesión y márgenes estrechos? Imagino que parte de ese crecimiento es por la absorción de oficinas de Barclays, pero ¿qué parte no corresponde con la compra de negocio?

La compra de negocio ha supuesto un crecimiento importante en el balance. El total de negocio, entre inversión y recursos, han sido cerca de 800 millones. Estamos hablando de más de 3.600 millones de balance en cuatro años. Hay parte de operaciones financieras en el balance pero mucho de ese crecimiento, aproximadamente el 65%, corresponde a los recursos de los clientes. El crecimiento de clientes ha sido espectacular en estos cuatro años. Hemos pasado a tener 412.000 clientes a cierre de 2014, 100.000 más que en 2010. Muchos bancos alentaban operaciones especulativas, se dedicaban a lo que no era su corazón ni su negocio tradicional. Pero nosotros hemos respetado las reglas y hemos cumplido la normativa y, así, hemos configurado una entidad moderna, segura y ágil que atiende cada vez más socios y clientes. El cliente ha percibido que esta entidad ha hecho las cosas bien, que no se ha metido en líos, que sabe que somos gestores de lo ajeno y, por tanto, tenemos que ser conscientes de que detrás de los números hay personas. La conducta ética es tan importante como el cumplir la ley en nuestro negocio. Los que dirigen entidades deben entenderlo porque sino nos irá mal. La ética es tan importante como cumplir la ley cuando gestionas el dinero de los demás.

¿Han cambiado los requisitos, en estos últimos años, a la hora de conceder créditos?

En la época de bonanza como de crisis los hemos aplicado de la misma manera. Por eso hoy tenemos un 3,33 de morosidad. Hemos concedido muy bien las operaciones y hemos exigido al cliente lo mismo en épocas de bonanza que de crisis. Nuestros clientes son fantásticos porque cumplen sus compromisos con la caja, pero la caja también con los clientes cuando necesitaban que les financiaran. Evidentemente esto no es una ong, pero no hemos cambiado nada porque funciona.

Cuando ve casos como las ‘black’ de Caja Madrid o la operativa de Banco Madrid, ¿qué piensa?

Tienen muy poca vergüenza que es lo que pensaría cualquier español y que los directivos se han aprovechado de esa entidad. No juzgo a nadie porque no soy juez, pero como ciudadano pienso que ha habido muy poca ética en el negocio financiero. Pero porque unos pocos no la tengan, no todos tenemos que ser iguales. Hay entidades en este país que no han tenido ningún problema. Ninguna caja rural ha recibido dinero del Estado. Somos gestores ajenos como lo es un político, un director general de la Junta de Comunidades o un alcalde. El dinero público es de la gente, no como decían algunos que no era de nadie. Sí que lo es. Tiene nombres y apellidos. La ética no tiene por qué estar discutida con el negocio financiero.

En su opinión, ¿qué consecuencias deberían tener estos banqueros tan poco éticos?

Lo que estimen los jueces. Que paguen con lo que la Ley indique y el poder judicial considere oportuno.

Si se descubriera en Caja Rural CLM algún caso similar, ¿cómo actuaría?

Es difícil que aquí ocurra algo similar. Pero evidentemente si hubiera algún caso en mi entidad actuaríamos como se tiene que actuar. La entidad tiene sus comités de disciplina y de control del Consejo. Tomaríamos las medidas disciplinarias correspondientes en función de la gravedad del caso. Si el caso es de la máxima gravedad, puerta y se reclamaría a la justicia ordinaria lo que correspondiera. Aquí ha pasado que algún empleado ha tenido malas tentaciones y hoy estamos en los juzgados por lo Penal. No pasa nada. Hay que verlo con normalidad. Si cumples con la ley,  bien, es lo que hay que hacer; y si la incumples pues se te exigirá.

¿Cree que el modelo de rescate financiero que se ha aplicado en España ha sido el correcto? ¿los contribuyentes tienen que recuperar el dinero ofrecido a la banca?

Hay mucho dinero que se ha invertido, pero dudo que se recupere todo lo que se ha invertido. Lo veo difícil. ¿Se podría haber aplicado otro método? Pues es posible. Al país no se le rescató a nivel europeo, aunque hubo una especie de rescate bancario. Quizás se podría haber cogido a todas esta entidades con problemas y haber creado una banca pública. Hoy tenemos, no obstante, un sistema financiero más saneado, al cual se le ha exigido mucho. También han pagado justos por pecadores, se ha exigido un nivel de exigencias a nivel de provisiones, de solvencia, de normativa... Antes no existía observancia de la norma y, ahora, hemos pasado a un tsunami normativo, un exceso de regulación por parte de la Unión Europea y de los gobiernos corporativos. Me parece todo fenomenal. A cumplir y a mandar.

¿Qué piensa de esas entidades rescatadas con dinero público que ahora están dando beneficios. ¿Sería lógico que parte de esos beneficios fueran a parar a devolver el dinero concedido para su rescate?

Sería lo razonable. Nosotros no hemos recibido dinero de nadie y se están salvando entidades que nos están haciendo la competencia con dinero público. Pero también hay entidades que eran sistémicas y haberlas dejado caer en un determinado momento hubiera supuesto una fractura social enorme. A veces tienes que hacer del mal, el menos. Quizás con este rescate lo que se hizo fue el menor mal. Otra cosa es que a nivel de competencia me parezca bien. Mi entidad no ha recibido ayudas de nadie, nos hemos tenido que desenvolver con los recursos que teníamos, contra grandes monstruos que se les han reflotado con el dinero de todos. Viendo lo que ha pasado en el mercado sería imperdonable que no aprendiéramos de los errores propios y ajenos.

¿El sector ha aprendido de los errores?

Espero que sí. Está tan reciente la herida que no hemos dado tiempo a la comprobación del hecho de si la experiencia o la lección la han tomado o no. Espero que a partir de ahora se hagan las cosas.

El presidente del BBVA dijo que se está detectando que están volviendo al crédito fácil...

Hay que ajustar los niveles de  precio de financiación a particulares y empresas a nivel europeo, pero también es cierto que los países del Europa no son iguales, cada uno tiene su estructura, económica, idiosincrasia, forma de trabajar... Hay una competencia feroz de repente en el tema de la inversión y a lo mejor estamos volviendo a cometer los mismos errores como financiar sin mirar, sin tanto criterio, sin tanta exigencia a la hora de pedir los papeles. También a nivel de precios hay una competencia descarnada. Nosotros vamos a seguir con nuestra línea y no nos vamos a meter en líos.

¿Cómo se puede controlar que los bancos y cajas no vuelvan a conceder créditos sin garantías?

No se puede poner coto a la competencia. El mercado es libre, no es un mercado intervenido y si los números le sale prestando al euribor + 0,50 pues enhorabuena. Ahora no hay márgenes con el euribor en niveles prácticamente del 0,17 que estamos, 0,18, en mínimos históricos; el dinero está por los suelos, ¿Qué nivel de rentabilidad tienen si prestan con estos diferenciales? La cuenta de resultados es el problema futuro de las entidades, pero el mercado no se le puede limitar. Si hay una entidad que quiere romper el mercado porque esa es su estrategia comercial y el mercado no se puede limitar. Cada uno compite con las armas que tiene. El más listo y el más preparado tendrá éxito. O a lo mejor puede tener problemas.

¿El Banco de España no puede actuar en este ámbito?

Tiene cierto control, es el delegado de políticas del BCE, pero solo puede exigir que cumplan la normativa y no se puede meter en las políticas comerciales. Yo no voy a abogar por una intervención del mercado. Al contrario. El libre mercado es el que hay y cada uno compite con lo mejor. Nosotros estamos cumpliendo nuestra misión, que es lo básico y nuclear por lo que existe una entidad. Tenemos que estar donde nos necesitan. ¿A lo mejor no es muy eficiente o rentable? Y qué... No vamos a renunciar a nuestros principios por un poco más de eficiencia. Otros que compitan como quieran.

Volviendo a la ética financiera, ¿qué te parece lo que está pasando en España con los desahucios? ¿Crees que las entidades financieras y el legislador han estado a la altura de las circunstancias?

ONG no somos, vaya por delante. Nosotros canalizamos el ahorro de los clientes a una inversión productiva, para particulares y empresas, transformando esos recursos en operaciones de activos para clientes. Nuestra obligación es recuperar ese dinero porque no es mío. Y nuestro trabajo es también hacer el máximo para intentar evitar un desahucio. No todos los casos de desahucios han correspondido a situaciones de desesperación. Son excesos del boom: segundas viviendas, terceras... en las que ni viven o van los fines de semana. No voy a negar que algún desahucio hayamos hecho, pero justitos. Antes, hablamos con todo el mundo, proponemos soluciones. Lo último, de lo último, de lo último es tener que desahuciar a alguien. Y si se hace un desahucio intentar dar un alquiler. Agotamos todo lo que se pueda hacer antes de desahuciar a alguien. Hemos solucionado el 99% de los casos sin llegar a desahuciar.

¿Es partidario de la dación en pago?

En determinados casos, sí.

¿Qué línea estratégica va a seguir la Caja en 2015?

Queremos aposentar las oficinas que hemos abierto, hacerlas más rentables, que sigan creciendo, darles mejor servicio. El plan de expansión ha llegado prácticamente a su fin, estamos con los últimos coletazos. La expansión geográfica que tenemos ya la hemos conseguido. Creo que ya no se trata de abrir más puntos de venta. La crisis económica se está alejando pero queda lo más importante, crecer de manera homogénea y progresiva en CLM y España. No es tanto tiempo de abrir sino de rentabilizar lo ya abierto, mejorar lo que hemos establecido en estos tres años y esa es nuestra principal línea estratégica.

¿Cómo ha cerrado la Caja este primer trimestre del año?

Nuestro beneficio es moderado. El año pasado fue espectacular. De aquí en adelante los márgenes se van a ver resentidos, pero no solo a nosotros, sino que es una tónica general. Cierto que las dotaciones no están presionando por los márgenes netos de las entidades. La morosidad ha tocado techo. Bajar del 3,33 es muy difícil. Creo que estamos en un 3,25 a cierre de marzo, incluso, pero nos mantendremos en estos niveles, quizás creceremos un poco pero será todo muy estable. El primer trimestre ha sido bueno. Nuestro beneficio será el establecido en los presupuestos. Somos muy tranquilos en los beneficios. En este negocio nunca se sabe lo que va a pasar al día siguiente y hay que estar preparado para todo. Por eso somos tremendamente conservadores en la gestión del negocio y es lo que nos ha hecho estar vivos a día de hoy.