El escándalo que pesa sobre el exministro Rodrigo Rato «afecta especialmente» al Partido Popular, ya que el también exvicepresidente del Gobierno ha sido uno de los «activos más importantes» de la formación durante «muchos años». Así lo lamentó ayer el líder del PP, Mariano Rajoy, quien, no obstante, quiso recalcar que «todos los españoles son exactamente iguales ante la ley».

«A partir de ahora, estaremos a lo que diga la Agencia Estatal de la Agencia Tributaria, la Fiscalía y la Justicia», aseguró el mandatario, insistiendo en que desde el Ejecutivo se va a garantizar la «independencia» de estos organismos. Además, afirmó que desde el Gabinete se demanda «imparcialidad» y «un trato igual para todos» y se acatarán las decisiones judiciales.

Asimismo, mostró su rechazo a lo acontecido estos días con el también exdirigente del Fondo Monetario Internacional: «No nos gusta que se produzcan este tipo de acontecimientos, que ojalá jamás se vuelvan a producir en el futuro», manifestó.

El presidente apuntó que la investigación a Rato «no tiene absolutamente anda que ver» con la amnistía fiscal de 2012, sino que se deriva de «actuaciones normales» de la Agencia Tributaria. En este sentido, hizo hincapié en que este organismo «tiene y tendrá siempre el pleno apoyo» por parte del Gobierno, «siempre y cuando se ajuste su actuación a lo que dice la normativa vigente».

También recalcó que su Ejecutivo «ha hecho batalla» a lo largo de esta legislatura «de la lucha contra cualquier tipo de fraude». Por ello, «han aflorado más de 100.000 millones de euros» que antes «no pagaban impuestos». «La lucha contra el fraude ha tenido estos años los mejores resultados, y con gran diferencia, de la Historia», insistió al respecto el conservador.

En otro orden de cosas, y con la vista puesta ya en las elecciones del próximo 24 de mayo, el también líder del Partido Popular advirtió de que votar a quienes no han gobernado nunca, a formaciones que «aparecen y desaparecen» y a gente que se traslada de «un lugar a otro» supone poner en un «serio riesgo» la economía, la vida de la gente y el crédito internacional de España. 

Además, también cargó contra el PSOE, avisando de que volver a las «recetas socialistas» sería regresar «otra vez» a la crisis económica. «Volver al pasado sería un disparate», afirmó tajante Rajoy, quien aseveró que nadie «en su sano juicio» apoyaría la política que desembocó en la crisis. «Eso supondría deshacer el enorme esfuerzo realizado por los españoles en los últimos años», apostilló.

Para el mandatario, el «gran cambio» que se ha producido en el país es el ocurrido a finales de 2011, que conllevó a la modificación de la política financiera, el que «llevó al caos de los socialistas a la de la recuperación de ahora».

Por ello, abogó por mantener este «cambio» en los próximos años, siguiendo el camino hacia «la buena dirección» para llegar «al mejor de los mundos». «Si perseveramos, llegaremos a una España mucho mejor», incidió.

En esta misma línea, el popular manifestó que en los últimos años «han ocurrido muchas cosas y nada fue sencillo. Pero hoy podemos decir que el PP está aquí, sigue aquí y se va a presentar a todas las convocatorias electorales con la satisfacción del deber cumplido», remachó.