Sánchez se acerca a Cataluña

Agencias
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El jefe de los socialistas manifiesta su compromiso con la región y se compromete a que, si resulta elegido presidente del Gobierno, habrá «instituciones de España» en Barcelona

 
El desafío promovido el pasado mes de septiembre por la Generalitat, con su consulta soberanista, ha provocado que desde Madrid intenten mimar a Cataluña. Y así lo demostró ayer el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien durante un acto en Barcelona garantizó ayer que, si es el próximo presidente del Gobierno, «instituciones del Estado» estarán presentes en la Ciudad Condal.
«Me comprometo a que uno de los líderes de la nueva España federal sea la Alcaldía de Barcelona y a que instituciones de España estén presentes en Barcelona», expuso en una asamblea abierta junto con el candidato a primer edil de la capital, Jaume Collboni. 
Precisamente Collboni, en un acto en Madrid el pasado mes de noviembre, pidió la cocapitalidad junto a Madrid de Barcelona, y propuso que el Senado sea trasladado a la localidad que pretende dirigir. 
El precedente más reciente del traslado de una institución del Estado a la Ciudad Condal lo protagonizó José Montilla en su etapa de ministro, cuando llevó la Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), pero el Partido Popular dio marcha atrás después de ganar las elecciones en 2011. 
Sin alusiones directas al proceso soberanista por el que apuestan CiU y ERC, Sánchez sí reivindicó su propuesta de reformar la Constitución en un sentido federal para blindar los derechos sociales, renovar la democracia, abrir las listas electorales y «solucionar el conflicto territorial». 
Además, acusó al PP de no tener proyecto de país, y de haber «intentado enfrentar» a andaluces con extremeños y a catalanes con valencianos, por poner algunos ejemplos, y, en alusión a los casos de Rodrigo Rato y Luis Bárcenas, criticó que los populares han confundido patria con patrimonio. 
El líder progresista reivindicó en varias ocasiones al PSOE como el partido «de la igualdad» y, en consecuencia, el que cree en la España federal.
El diputado madrileño citó una frase del exalcalde de la Ciudad Condal y expresidente de la Generalitat Pasqual Maragall: «A España le va bien si a Barcelona le va bien», y destacó que se enorgullece de todos y cada uno de los años que los socialistas han gobernado la ciudad -entre 1979 y 2011-. 
La cita de Maragall es especialmente relevante porque el expresidente se alejó del PSC tras su paso por el Gobierno regional, y en los últimos años se le ha visto en actos de ERC -también en alguno de Podemos-, ya que los republicanos tienen un pacto con el partido de su hermano, Ernest Maragall (MES). 
A la frase del exdirigente, Sánchez le añadió unas palabras de apoyo a Collboni: «A España le va bien si a Barcelona le va bien, y a mí no se me ocurre mejor alcalde que Jaume Collboni para que a Barcelona le vaya bien». 
Ante las más de 250 personas que asistieron a la asamblea, el líder del PSOE también evocó al exministro catalán Ernest Lluch, asesinado por ETA, para reivindicar que el socialista es el grupo que hizo la ley de la sanidad pública, gratuita e universal, un derecho «robado por la derecha». 
«Lo mejor que le ha pasado al país siempre le ha venido de la mano del Partido Socialista Obrero Español. Barcelona y España, un país y una ciudad de las oportunidades donde no haya desahucios ni violencias de género», señaló. 
 
UNA HIPOCRESÍA. Por otro lado, también tuvo palabras en referencia al asunto que ocupa ahora la actualidad política, el escándalo sobre Rodrigo Rato. En este sentido, retó al PP a pedir una comisión de investigación sobre el caso, como la reclamó en Cataluña cuando se supo que el expresidente Jordi Pujol había ocultado durante años un patrimonio en Andorra.
«¡Qué gran hipocresía! Cuando el fraude afecta a Pujol, pide comisiones, pero cuando es a Rato y a Bárcenas, se opone. ¿Qué tiene que ocultar?», se preguntó al respecto.
En este sentido, insistió en que el Gobierno debe publicar nombres y apellidos de todos los amnistiados fiscalmente y justificó que la comisión de investigación debe servir para depurar responsabilidades, empezando por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien, a su juicio, debería dimitir. 
Asimismo, insistió en señalar a Mariano Rajoy como responsable de las tramas de corrupción de exintegrantes de su partido y zanjó: «Rajoy es un fraude».