El programa universitario para mayores José Saramago, en el campus de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en Albacete, acogerá esta tarde la conferencia del investigador de historia actual y docente universitario Sergio Molina en la que repasará por qué surgió en Francia el movimiento de protestas de los chalecos amarillos.

La conferencia tendrá lugar, a partir de las 17 horas, en el Salón de Actos de la Facultad de Humanidades, en el campus de Albacete.

De su trayectoria destaca que ha realizado varias estancias de investigación en la Université de Nanterre y en la Université-Paris Sorbonne. También ha impartido docencia en la Université du Maine (Le Mans). 

¿Por qué decidió profundizar en el movimiento de los chalecos amarillos en Francia?

Investigo sobre la historia actual, en la Facultad de Humanidades de Albacete, y también escribo artículos sobre la actualidad europea en un diario argentino. Me pareció interesante analizar qué pasaba con los chalecos amarillos y ver por qué estas protestas se daban en Francia pero no en otros países como España o Alemania, por ejemplo. 

¿Y a qué podría deberse que sí se den en Francia y no aquí?

Son muchas circunstancias, por ejemplo, las diferencias en la situación política, pero también aspectos como que, con el movimiento de los chalecos amarillos, la Francia olvidada ha levantado la voz, toma voz para luchar por sus derechos. Y es que las protestas van más allá de lo que es París, que es donde más se están centrando los medios de comunicación. Estaba en Francia cuando surgió el movimiento y va mucho más allá.

¿Qué destacaría de dónde surge y que crea que no podemos saber bien porque las informaciones se centran en París?

Como analizaré en mi conferencia creo que es muy importante saber que el contexto en el que surge es un área geográfica muy dispersa, donde la población está muy repartida y en algunos casos casi podríamos decir que aislada por lo que dependen del vehículo para cualquier movimiento. Esto es importante tenerlo en cuenta porque hace que se levanten en los núcleos rurales contra la subida en el precio del combustible. Digamos que afecta a la llamada diagonal del vacío, que es una especie de «Y» que atraviesa toda Francia y donde las condiciones geográficas de la población son difíciles.

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