La Guardia Civil estudia las imágenes de las cámaras de seguridad de la sucursal de Bankia ubicada en la calle Mayor y en la que cuatro jóvenes, de poco más de 20 años, intentaron realizar un robo con la técnica conocida como fletes, consistente en distraer a los empleados del banco mientras uno de ellos roba el dinero que puede. Fue poco antes de las 11 de la mañana cuando se acercaron a la sucursal tres hombres y una mujer, que ocuparon diversos espacios de la sucursal y, mientras uno de ellos se sentaba a mitad de la estancia, para controlar al resto de trabajadores, otros dos se acercaron a un empleado para que les acompañara hasta el cajero, con el fin de solucionar un problema. Al final se percató de las intenciones cuando vio que la joven había abierto uno de los cajones de su mesa y los cuatro se dieron a la fuga.