España gana seis millones de habitantes por la inmigración

EUROPA PRESS
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La población nacional se incrementa en la última década y logra superar los 46 millones de personas, un dato histórico que responde al aumento en la llegada de extranjeros al país

La población española ha aumentado en seis millones de personas en la última década, alcanzando los 46,8 millones de individuos en noviembre de 2011, un dato histórico que responde principalmente a la llegada de inmigrantes a España en este período, según señaló ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Estos datos responden al censo de habitantes elaborado durante los últimos meses de 2011 y primeros de 2012 por el INE, una operación que repite cada 10 años. El informe proporciona, también, los hombres y mujeres de cada uno de los municipios.

El organismo atribuye como principal causa del incremento de la población la «fuerte» multiplicación de extranjeros, ya que en ese espacio de tiempo han llegado a España más de 3,5 millones de forasteros.

En este sentido, la demografía patria ha experimentado un aumento mucho menos pronunciado, en términos relativos, que la extranjera y ha pasado de poco más de 39 millones de habitantes en 2001 a más de 41,5.

El Instituto Nacional de Estadística recuerda que los motivos de este incremento son varios, como una subida de la esperanza de vida desde el censo anterior, una amplificación de la tasa de natalidad (sobre todo en el período 2005-2009) o el hecho de que muchos inmigrantes hayan adquirido la nacionalidad española.

Los resultados del estudio recogen datos de las distintas comunidades autónomas, donde se ha producido un acrecentamiento de individuos en la última década en prácticamente todas ellas, aunque se ha distribuido «de manera muy desigual», siendo las islas y el Levante donde ha habido una mayor dilatación y el noroeste peninsular donde el crecimiento ha sido menor.

Así, Andalucía es la comunidad con mayor población (8,3 millones de personas), seguida de Cataluña (7,5) y Madrid (6,4). Por el contrario, las dos ciudades autónomas Melilla (81.323) y Cueta (83.517), así como La Rioja (321.173), son las que menos habitantes tienen.

RUMANOS Y MARROQUÍES. El análisis, además, muestra que, desde la pasada estadística, se ha producido un auge muy importante de la gente no nacional residente en España. Destaca especialmente el desarrollo de rumanos y marroquíes en términos absolutos y el de paraguayos, bolivianos y rumanos en términos relativos.

En todas las autonomías se ha observado un incremento significativo del número de foráneos respecto a las estadísticas anteriores. No obstante, existen regiones, como Islas Baleares, Murcia, Comunidad Valenciana o Cataluña donde el porcentaje de extranjeros respecto a la población de su comunidad autónoma supera el 15 por ciento.

Por el contrario, la masiva llegada de población inmigrante (mayoritariamente más joven que la española) no ha impedido que en los 10 años transcurridos desde el último censo la edad media haya aumentado en 1,5 años, según señaló el INE.

Agrupando todos los ciudadanos en amplios grupos de edad se refleja la intensidad del peso relativo de la gente de 40 a 64 años y la disminución de aquellos en edades comprendidas entre 16 y39 años.

Así, el estudio recoge que, en la actualidad, por cada persona en edad no activa, hay casi exactamente dos habitantes en edad de trabajar.

En la comparación de las pirámides de población 2001 y 2011 se deduce que las generaciones más numerosas, que en el informe de 2001 estaban en torno a los 25 años, se sitúan ahora en torno a los 35 años de edad.

Las comunidades autónomas más envejecidas son las que se encuentran en el noroeste peninsular, mientras que las más jóvenes se sitúan en las islas y en el sureste de la Península. Destaca el Principado de Asturias, con una edad media de 46,3 años.

La comunidad que más ha envejecido es Canarias, seguida de Galicia y Extremadura.