Un empate para el derbi más pobre

AGENCIAS
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Las pizarras de ambos técnicos encorsetan un encuentro sin apenas oportunidades de gol, en el que Benzema y Vietto pusieron los tantos (1-1)

Un gol del argentino Luciano Vietto en el minuto 82, cuando la victoria del Real Madrid parecía decidida, equilibró ayer un derbi de nuevo imprevisible, en el que el Atlético se apropió de un punto en el tramo final ante un rival conformista, que perdió la ocasión de subir al liderato, en sustitución del Villarreal, que cosechó, poco antes del duelo del Calderón, la primera derrota de la campaña liguera. Los vecinos y rivales ofrecieron un espectáculo muy pobre en un  duelo gobernado por las pizarras de los entrenadores. Karim Benzema adelantó al equipo ‘merengue’ en la primera parte, en la que Keylor Navas paró un penalti lanzado por Antoine Griezmann. El cuadro local, por su parte, mereció el empate en la segunda, y lo logró gracias al tanto del sudamericano.

El equipo de Rafa Benítez tuvo el partido donde quería durante los primeros 45 minutos. Su plan funcionó, y no tanto el del ‘Cholo’ Simeone. El entrenador madrileño llenó la medular con la incorporación de Casemiro, y ahí creó una clara superioridad para sus hombres: tuvieron el balón y lo utilizaron, tanto para defenderse como atacar, si bien no generaron demasiadas ocasiones.

De hecho, su primera oportunidad fue gol. A los nueve minutos, Dani Carvajal progresó por la banda derecha, dejó atrás la endeble resistencia de Filipe Luis, centró al área y allí apareció el vuelo elegante del ariete galo para anotar sin oposición. Los centrales rojiblancos no aparecieron donde deberían haber estado en lo que fue el sexto tanto del francés en el presente torneo.

El Atlético respondió al mazazo sin identidad. Por una parte, la inclusión de Ángel Correa en la medular parecía sugerir una apuesta por el balón y el fútbol ofensivo. Pero, a la larga, no es lo que ocurrió. Principalmente, porque su mejor delantero, Griezmann, solo se dedicó a perseguir a Marcelo por la banda izquierda. Aun así, gracias a los desbordantes regates del argentino, dispuso el cuadro local de ocasiones para empatar. Dos fueron suyas, con sendos disparos que se marcharon fuera, y una más, llegó por un robo suyo de pelota y un pase filtrado en profundidad que Torres no pudo aprovechar.

Sin embargo, quien tuvo una inmejorable ocasión a los 22 minutos en forma de penalti fue Griezmann. Sergio Ramos regresó al ‘once’ tras su lesión de clavícula y su reaparición pudo ser fatal para su equipo. En la jugada en cuestión, cometió varios errores encadenados: se enredó con el balón, luego se confió en el corte y, finalmente, derribó a Tiago en el área para delirio del Calderón.

Pero a su rescate apareció Navas. El costarricense repelió el lanzamiento de Griezmann en una intervención decisiva. El arquero del Madrid es, en estos momentos, uno de los jugadores más decisivos para los de Benítez.

Otro mazazo para el Atlético; un alivio para el equipo ‘merengue’, al que el gol a favor, inexplicablemente, le desdibujó durante un rato, sostenido por Casemiro y solo cómodo cuando alargaba sus posesiones, pero sin un plus arriba, sin apenas foco sobre la portería, salvo en un par de remates altos de Cristiano, desapercibido hasta entonces.

El partido se fue al descanso con el Madrid celebrando el triunfo parcial, aunque después de lamentar la lesión de Carvajal, su jugador más destacado en la primera mitad junto a Benzema y Casemiro. Por su parte, el Atlético necesitaba reposo para pensar soluciones.

Dominio local. La entrada de Yannick Carrasco por Óliver mejoró mucho al cuadro ‘colchonero’. Le ayudó, también, un conjunto ‘merengue’ muy conservador, que se replegó demasiado y buscó un contraataque que no llegó. No es una concesión permisible en un derbi, menos aún con un pobre 0-1 y con un rival como el bloque del ‘Cholo’. No se rinde el equipo rojiblanco, no entra dentro de su mentalidad.

El panorama del partido ya estaba redefinido: los de Simeone comenzaron a atacar con más corazón que cabeza, aunque con un físico portentoso para estar alturas de temporada; y los de Benítez  esperaban agazapados para matar el partido al contragolpe.

El plan, en esta ocasión, le funcionó a los ‘colchoneros’. Vietto, que había entrado en la segunda mitad, equilibró el marcador a siete minutos del final en una jugada nacida del progreso de Jackson, otro jugador de refresco, por la banda derecha de Arbeloa. La jugada, un poco confusa, concluyó con Vietto empujando a la red y Simeone celebrando el tanto enloquecido en el banquillo local. Fue una diana que hizo justicia a lo presenciado durante un derbi que defraudó al espectador y agradó a los técnicos. Y todavía pudo ser peor para el  Madrid, al que su guardameta salvó en el descuento con una intervención prodigiosa ante un disparo de Jackson.