Frutos Soriano: «El haiku, casi con preferencia, se ocupa de lo insignificante»

A.D.
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El escritor albacetense tiene nuevo libro, Poca cosa, publicado por Uno Editorial

El escritor albacetense Frutos Soriano tiene nuevo libro, Poca cosa, publicado por Uno Editorial en su colección Haibooks, ilustrado con las acuarelas de la pintora Llanos Castillo, expresamente creadas para este libro. El autor comentó La Tribuna de Albacete las características de la obra.

Su nuevo libro aparece en la editorial albacetense, en una colección muy especial.

Seguramente es la única colección que hay ahora mismo de haiku en castellano. Esa es una colección importante que se inició en la página web El rincón del haiku, si no recuerdo mal en 2001, como compilación puntera de lo que es haiku purista en castellano. La página tuvo que dejar la colección y la cogió Uno Editorial, con la Asociación de la Gente del Haiku en Albacete.

¿El último título es el suyo?

Sí, es Poca cosa, que se debe a una cita de un escritor de haiku norteamericano, uno de mis maestros, que dice así: Concha marina, poca cosa / mas una vez fue casa de un ser. Refleja la idea de que lo más inadvertido es motivo de un haiku. Está muy en la línea de la filosofía del haiku, una poesía que, casi con preferencia, se ocupa de lo insignificante, de lo perdido. El haiku ve en todo algo importante.

¿Reúne aquí una colección?

No lo pensé para un libro en concreto, empecé a escribir haiku y es el cuarto que publico y está fechado entre 2005 y hoy, una etapa en la que he escrito menos haiku. Los anteriores eran como menos puros, pero los que reúno en Poca cosa creo que sí lo son y están escritos la mayoría en Albacete, pero también en Trasmoz, un pueblo de Soria, donde fui a terminar el libro; incluso los hay marinos, escritos en la costa.

¿Cómo son esos haikus puros?

Como el haiku es un poema de origen japonés y es una cultura distinta a la nuestra, hay que saber bien lo que es un haiku, su filosofía y origen, igual que los japoneses cuando estudian flamenco o aprenden a tocar la guitarra, deben aprender su concepto y la cultura. A veces hay que gente que cree que ha escrito un haiku, pero no lo es, porque utiliza metáforas, o son amorosos, mientras que el haiku japonés, es sencillo, no utiliza metáforas y es un poema del exterior, de naturaleza, no de sentimientos. En Occidente priman los sentimientos y las ideas literarias y en Japón la desnudez y sencillez.

Es un libro en el que recoge estos poemas escritos a lo largo de los años, porque se fijó también en otras formas literarias.

Claro. En estos últimos años escribo de todo. Me he dispersado más, en buen sentido, porque me he hecho más consciente de mi vocación de escritor y me centro en lo que me va apeteciendo y por ejemplo, en el teatro llevo cuatro o cinco años y muy contento, aunque también escribo artículos en prensa y algún poema. Me reconozco como un escritor variado y no solamente escribo haiku; también teatro, prosa, etc.

¿Contento con la edición?

Sí, ha quedado muy bien, porque Uno edita muy bien y la colección Haibooks es primorosa. La cubierta está ilustrada por Sara Benet, también una escritora de haiku y acuarelista, que sabe hacer unos dibujos muy en esa filosofía; es un libro que me encanta porque Miguel Ángel Aguilar y Luis Escribano son muy buenos editores y estoy muy contento.

¿Cuántos haikus reúne en Poca cosa?

No los he contado exactamente, pero deben ser unos 90.

 ¿Ha sido muy complicada la selección?

No, la he hecho sin prisa, porque entre lo que escribía, en mi cuaderno de notas iba seleccionando lo más interesante.

Casi coincide la salida con el Día del Libro.

Claro. La idea es compartirla con los lectores el viernes, en el expositor de la Plaza del Altozano, con firma de ejemplares. Será, de verdad, una pequeña fiesta.

¿Qué prepara?

Sigo con el teatro. He escrito un microteatro, Adiós, papá, que se está ensayando en EA! Teatro, con quienes colaboro y, además, tengo el encargo de un director teatral, que está todavía en sus orígenes. También estamos muy contentos con Nana de la niña mala, que esperamos reponer.