El Albacete sumó tres valiosos puntos que lo acercan un poco más al objetivo de la salvación. Al equipo de Luis César pronto se le puso de cara un encuentro que pudo quedar sentenciado en una primera mitad, en la que el Recreativo se mostró nervioso y, por momentos, desquiciado. Pero el alocado juego visitante se contagió al Albacete en la segunda mitad, lo que junto a la relajación por el 2-0 llevó el partido a que el Recreativo tuviera el empate en las botas de Álvaro Antón, antes de que Rubén Cruz sentenciara con el definitivo 3-1 con el que acabó el choque.

El conjunto onubense se jugaba mucho en el envite, metido en la zona de descenso, así que salió a por todas y con la intención de tomar el mando del partido. El Albacete puso paciencia y sobriedad defensiva en esos primeros minutos de mucha presión y, en la primera llegada que tuvo al área, Samu fue objeto de un tan claro como innecesario penalti, que el propio jugador conquense transformó en el 1-0 cuando sólo se llevaban jugados siete minutos de partido.

Con el marcador a favor, el Albacete se lo tomó con calma y esperó al Recreativo con la intención de rematar el partido a la contra. Las llegadas de Recreativo llevaban peligro, pero el Albacete se defendía con orden. Los onubenses jugaban al límite. Los nervios por la situación se dejaban sentir y  Diego Jiménez veía una innecesaria tarjeta por protestar que le pasó factura unos minutos después, cuando vio la segunda por un agarrón y era expulsado en el minuto 35.

Antes, Samu y Portu habían tenido dos buenas ocasiones para aumentar la cuenta, lo que se veía más claro tras la expulsión de Jiménez porque el Recreativo quedó totalmente roto. En el lanzamiento de la falta, y sin balón, César Díaz recibió un codazo de Menosse que lo dejó grogui, con susto incluido. Menos mal que no lo vio el colegiado, que no quiso hacer más sangre, porque momentos después una dura entrada sobre Edu Ramos quedó sin una merecida tarjeta amarilla. Luego se quejarán del arbitraje, pero los onubenses bien pudieron quedarse con tres jugadores menos si el árbitro hubiera estado más valiente.

Una buena jugada por la izquierda, otra vez con Samu como protagonista, llevó el balón a la línea de fondo y su centro cerrado fue tocado por el portero, pero sin llegar a despejar, lo que aprovechó Keko para marcar el 2-0 en el minuto 42.

Con el Recreativo fuera del partido, Portu protagonizó una tremenda jugada personal en la que se fue de todos los rivales hasta plantarse en el área de Rubén Gálvez, pero teniendo a su lado a César Díaz totalmente solo, decidió jugársela en solitario y lo que puso ser el 3-0 se quedó en nada. Con la sensación de que el partido estaba visto para sentencia acabó una primera parte en la que el Albacete había sabido aprovechar sus ocasiones ante un rival excesivamente nervioso y agresivo.

DORMIDOS. En la segunda mitad el Recreativo recompuso sus líneas con la salida de Juanma, pero con un hombre más, el balón era del Albacete, que llegaba con peligro al área rival, con una primera ocasión de César que se fue alta y otra de Portu, cuyo remate fue tapado por un jugador del Recre con la petición de penalti.

Pero hubo exceso de relajación  y también contagio de los propios nervios y ansiedad de un Recreativo que llevó el partido a su terreno, sobre todo después de acortar distancias. Antes hubo una buena acción de Keko, con pase atrás para que Samu no atinase a rematar entre los tres palos.

Una mala decisión al salir tras en un rechace, el recién ingresado Domínguez aprovechó el descontrol táctico defensivo del Albacete para armar su pierna y lanzar un duro disparo que Dorronsoro se comió para poner el 2-1. Un gol que metía a los onubenses en el partido cuando unos minutos antes estaban más muertos que vivos.

Otra buena ocasión en la que Samu echó atrás en lugar de rematar fue definitiva para que Luis César ordenara rápidamente su cambio por Rubén Cruz, pasando Keko a la izquierda y César a la derecha.

Eran los peores minutos de un Albacete que había perdido el sitio y el Recreativo llegaba con excesiva facilidad al área de Dorronsoro, generando mucho peligro a balón parado.

El susto llegó en el minuto 77, cuando Álvaro Antón soltó un latigazo desde la banda izquierda que se estrelló en la madera con Dorronsoro batido. Luis César había metido ya a Diego Benito por Portu para darle pausa al centro del campo, lo que consiguió el madrileño y las ocasiones volvieron a caer del bando local, hasta que un buen centro de Keko acabó con el cabeza de Rubén Cruz al fondo de las mallas. Un tanto que sentenciaba definitivamente el partido.

El Albacete Balompié vuelve a dormir con ocho puntos de ventaja sobre la zona de descenso a la espera de lo que pase mañana en el resto de la jornada.