Triunfo de permanencia (2-1)

Juan Carrizo
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El Albacete doblegó a un Barcelona B muy blando atrás y se acerca un poco más al objetivo

El Albacete acaricia con la yema de los dedos la permanencia en Segunda División. El triunfo sobre el Barcelona B es un paso de gigante en una jornada con todo de cara y otra vez los ocho puntos de ventaja sobre el descenso con sólo seis jornadas ya por disputarse.

Los 44 puntos que acumula el Albacete tras una segunda vuelta para enmarcar se acercan mucho a la cantidad que se presupone será suficiente para conseguir la salvación, lo que se podría certificar con un nuevo triunfo, que bien puede llegar la próxima semana en Zaragoza o a la siguiente, en el Belmonte, frente al Deportivo Alavés.

El triunfo sobre el Barcelona B resultó extraño, con un filial azulgrana sobando el balón con poca profundidad, mucha calidad en sus jugadores de ataque, pero una candidez defensiva que provocó un sinfín de ocasiones para el Albacete, que finalmente aprovechó para llevarse los tres puntos.

La primera parte ofreció la mejor versión del Barcelona B, que cogió la posesión de la pelota y no dejó al Albacete meterse de lleno en el partido. Parecía como si los manchegos tuvieran miedo a peder el sitio, y cuando tenía el balón apenas incorporaba hombres al ataque. No era de extrañar porque cuando Halilovic, Sandro o Munir cogían el balón la calidad de desbordaba, pero faltaba algo más de agresividad a la hora de atacar la portería defendida por Dorronsoro, donde Miguel Núñez y Gonzalo eran dos murallas infranqueables, aunque el mejor del partido fue sin duda Edu Ramos, que recuperó gran cantidad de balones en el centro del campo en la que pudo ser su mejor actuación desde que viste de blanco.

Precisamente un disparo suyo, un cabezazo de Gonzalo y otro de César Díaz fueron las mejores ocasiones para los manchegos en la primera mitad, pero el portero Suárez estaba allí para evitar el gol.

También hubo un remate alto de Paredes a la salida de un córner donde el lateral del Albacete fue agarrado descaradamente del cuello por un defensor, pero el colegiado, puntilloso, no parecía medir lo mismo fuera que dentro del área, porque fuera el más mínimo roce era sancionado con falta.

El Barcelona B tuvo sus opciones, pero mucho menos claras, con algunos disparos fuera, aunque en el último de Gumbau tuvo que intervenir con acierto Dorronsoro.

UN PASO AL FRENTE. La segunda mitad empezó con un Albacete que quiso dar un paso al frente y pasar a ser el dominador del partido. Así, los minutos iniciales fueron un acoso a la portería de Suárez, con remates de Keko y Diego Benito que acabaron en córner. En el segundo Gonzalo metió la cabeza y puso el balón picado y pegado al palo para que Suárez no pudiera interceptarlo, aunque a punto estuvo. El primer gol subía al marcador a favor de los locales.

Todo el ímpetu con el que el Alba había salido en la segunda parte desapareció de un plumazo. El equipo dio uno o dos pasos atrás  y le dio el balón al Barcelona B, que se había revolucionado con la entrada de Adama. No era extraño  que al final, con la calidad que atesoran sus jugadores ofensivos, el filial azulgrana lograse el empate en el minuto 65, obra de un Munir que ya había avisado antes un par de veces con mucho peligro.

Ya había empezado Luis César a mover su banquillo y puso toda la carne en el asador, pues tras salir Jorge Díaz puso sobre el terreno de juego a Rubén Cruz y Chumbi. Los contragolpes del Albacete empezaron a ser constantes y la defensa del Barcelona B empezó a mostrar todas sus carencias. Las ocasiones se iban sucediendo pero una veces se remataba fuera o aparecía un Suárez que estaba salvando a su equipo de la goleada. Portu aparecía arriba y abajo, Keko dejaba destellos y Rubén Cruz tenía la mejor opción en el 75 pero se encontraba con el inspirado portero blaugrana.

Llegó el minuto 80 y Edgar, el central, decidió regalar un balón a Chumbi que el valenciano no aprovechó, pues Suárez le arrebató el balón en el mano a mano, pero apareció Rubén Cruz para marcar con el portero batido y llevar el 2-1 al marcador que resultaría definitivo, pues poco más se jugó con un Albacete que ha espabilado en ese sentido y sabe ahora como jugar esos minutos finales con el marcador a favor. Los jugadores del Alba celebraron el triunfo por todo lo alto, no era para menos porque en esos tres puntos va tres cuartos de permanencia.