Las gentes del campo suelen decir que, del gorrino, se aprovecha todo. Y ahora, la investigadora de la UCLM, Jessica Serrano, sostiene que, del azafrán, también.
El caso es que, hasta ahora, del azafrán, no se aprovechaba más que el 10%, los estigmas que, tras la monda y el tueste, se convertían en el oro amarillo. El resto, iba al cubo de la basura.
Pero, según la tesis doctoral defendida por Serrano en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos (ETSIA) de Albacete, el 90% podría aprovecharse, para crear nuevos alimentos o medicamentos.
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