La Policía Local atiende más de 150 incidencias diariamente en la ciudad

MAITE MARTÍNEZ BLANCO
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Sin que hayamos terminado el año, los agentes han atendido ya 3.000 cometidos más que a lo largo de todo el 2013

Atención de llamadas en la comisaría de Policía Local - Foto: A.PÉREZ

Son las 7 horas. Los agentes del turno de mañana ya están listos, equipados con el nuevo azul celeste que les distingue, se ponen a disposición del mando de turno que reparte los cometidos según la necesidad del día.

Las demandas vecinales y las rutinas de la ciudad marcan la agenda de la Policía Local, un cuerpo que poco tiene ya que ver con aquella guardia municipal que nació hace más de siglo y medio, exactamente hace 160 años. Aunque Pascual Martínez, intendente jefe de la Policía Local, mantiene que hay algo que los hace iguales a aquellos nueve primeros guardias que tuvo la ciudad: «nuestra obligación sigue siendo realizar un servicio público al ciudadano, garantizando sus derechos y mejorando su calidad de vida».

Unos 50 agentes, de media, conforman el turno diurno que estará en las calles hasta el mediodía. Tienen dividida la ciudad en tres grandes zonas: el centro (UTE 1), la zona que abarca los barrios del sureste (UTE 2) y la que comprende la zona oeste y norte de Albacete (UTE 3).

A pie, en coche o motocicleta, y más recientemente en bici, las patrullas pisan la calle para cumplir con mil y un cometidos: lo mismo regulan el tráfico en las cercanías de un colegio, que vigilan para que en los parques no haya perros sueltos o que las terrazas de los bares no ocupen más espacio del debido. Vigilar edificios municipales, desde la casa consistorial a los mercados, también está entre sus obligaciones. Igual que lo es comunicar allí donde hay un socavón o una señal en mal estado. Cuidar que los escolares no hagan novillos, que los menores no consuman alcohol, mediar en una pelea o supervisar que un maltratador cumple con su orden de alejamiento están además entre sus quehaceres diarios.

MUCHO TRABAJO. Sus atribuciones son muchas y no les falta trabajo: más de 56.000 incidencias, registros de novedad como se denominan técnicamente, se habían contabilizado en la estadística policial al finalizar el mes de noviembre, 3.000 más de todos los que se efectuaron en 2013. Es decir, casi un 6% de actividad que el año pasado, volumen que se traduce en la atención de más de 150 incidencias diarias. «Si los ciudadanos nos llaman es porque entienden que podemos ayudarles», opina el jefe policial, quien hace una «lectura positiva» de este aumento de la actividad. «Pero no sólo nos demandan más, sino que nos piden calidad, que las cosas se hagan de la mejor manera posible», precisa el intendente. Aquí la clave es la formación, que debe ser continúa. Para muestra, un botón: «estuvimos décadas con un mismo Código de Circulación, y ahora raro es el año que no hay alguna reforma, esto evidencia la necesidad de estar al día».

Miles de ring. Un tercio de los avisos llegan por teléfono, sobre todo a través del 092, que suena al cabo del año unas 20.000 veces. Los vecinos también se dirigen directamente a los policías en la calle, se personan en la comisaría y otras muchas veces los policías actúan de forma planificada.

El correo electrónico también sirve de puente de comunicación con la Policía Local, y andan estudiando el uso del Whatssapp.

La mitad de las tareas que hacen los agentes tienen que ver con tráfico. Coches mal aparcados, sobre todo invadiendo vados, regulación para dar fluidez, con especial cuidado en las entradas y salidas de colegios e institutos, o accidentes están a la orden del día en las rutinas policiales.

Al cabo del año, en la ciudad hay cerca de 1.100 accidentes de tráfico, es decir, una media de tres diarios algunos de gravedad. La mayoría de los siniestros se producen en las rectas y sobre todo  suceden al finalizar las jornadas laborales. En 2013 hubo 2 muertos y 22 heridos graves.

Mucho papeleo. Junto al patrullaje en las calles, también destaca el trabajo administrativo, es ingente: cerca de un 30% de los miles de escritos que se dirigen al Ayuntamiento de Albacete van dirigidos a la Policía Local, más de 26.500 documentos entraron o salieron de las oficinas policiales a lo largo del pasado año. Documentación para los juzgados, informes de conducta, denuncias de extravío de documentos, partes de tráfico requeridos por las compañías de seguro, ordenes de servicio… el papeleo en las oficinas de la calle Bir Ganduz es importante. Las oficinas es el único servicio que descansan en los turnos de tarde y noche. El cambio de guardia se hace a las dos y media, a esa hora entran los policías que cuidan de Albacete hasta pasadas las 10 de la noche, hora en la que dan el relevo a los agentes del servicio nocturno. Quienes están de noches saben que no es lo mismo un lunes que un jueves, el ocio nocturno que impera a partir de ese día de la semana altera, y mucho, el trabajo de estos agentes. Unos 23 agentes velan para que todo esté tranquilo. En los locales de ocio cuidan que se cumpla la norma, sobre todo vigilan que no se rebase el aforo o que las vías de emergencia no estén bloqueadas. Se supervisa todo aquello que pueda afectar a la seguridad, pero también a la convivencia y aquí entra cumplir el horario o que no haya ruidos excesivos.

Aunque en los últimos tiempos, los agentes han detectado que quienes más molestan con ruido a sus vecinos no son precisamente los locales, sino los particulares. Las noches les obligan también a estar presentes allí donde haya concentraciones de personas, para evitar que haya peleas o enfrentamientos, y también en este horario se intensifican los controles de alcoholemia y consumo de alcohol.

Su sola presencia es preventiva, pero ante el delito también intervienen, llevan ya instruidos más de 800 atestados penales por causas de lo más diversas, desde drogas a delitos contra el patrimonio.