La amenaza de lluvia modificó los actos de la Romería de San Juan

A.M.
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La Federación de Vecinos decidió reducir el recorrido de la procesión y celebrar la misa manchega en la Santa Iglesia Catedral

La cuadrilla del Pelibayo amenizó el pequeño recorrido que se realizó por el entorno de la Catedral con la imagen del Santo Patrón. - Foto: Rubén Serrallé

La constante amenaza de lluvia obligó ayer a la Federación de Asociaciones de Vecinos a cambiar por completo el programa de la tradicional romería de San Juan, un acto muy popular que vio reducido el recorrido de la procesión con la imagen del Patrón, el traslado de la celebración de la misa a la Santa Iglesia Catedral y la suspensión del posterior picnic, que en los últimos años se venía ofreciendo en el parque de Abelardo Sánchez.

Queriendo evitar en todo momento que la imagen de San Juan Bautista se mojara, alrededor de un centenar de romeros se concentraban en la plaza de la Virgen de los Llanos para hacer un mini recorrido por el entorno de la Catedral. Así, las andas del patrón de Albacete fueron portadas en hombros por las calles Rosario, Caba, Albarderos, Méndez Núñez y Cura, un recorrido al que no faltó la cuadrilla del Pelibayo.

Minutos antes de las 12 de la mañana, la alcaldesa de la ciudad, Carmen Bayod, acompañada por el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Marcial Marín, explicaba que en la hoguera de San Juan, en la noche del 23, quemó «todo lo malo de este año» y pidió al patrón de Albacete que «nos mande salud y trabajo».

Para Marcial Marín, el 24 de junio es «un día muy emotivo» para los albacetenses y por eso «lo he querido compartir con todos ellos», desde la noche de San Juan, en cuya hoguera «quemamos los malos augurios para despertarnos hoy con el deseo de crear empleo, que llevamos ya nueve meses haciéndolo» y con el compromiso de «rebajar los impuestos», objetivos que se están cumpliendo gracias al esfuerzo de los castellano-manchegos y a la coordinación eficaz con el Ayuntamiento capitalino.

La misa manchega en honor de San Juan Bautista comenzaba a las 12 en punto de la mañana amenizada por la rondalla de El Pilar, que escogió para la ocasión un repertorio tradicional en el que no faltó la popular seguidilla manchega.

la natividad. En la Eucaristía, concelebrada con varios sacerdotes, el obispo de la Diócesis, Ciriaco Benavente, dedicó la festividad a la ciudad de Albacete y tuvo palabras de recuerdo para los enfermos que no podían estar presentes, para los vivos y para los difuntos. En su homilía resaltó la excepcional celebración del nacimiento de San Juan Bautista, uno de los tres que recuerda la Iglesia Católica junto al nacimiento de Jesús y a la natividad de la Santísima Virgen y agradeció a la rondalla de El Pilar su participación en la Eucaristía «por traernos los ritmos de la tierra y la indumentaria manchega».

Centró sus palabras en ensalzar la figura de Juan el Bautista, un hombre destinado a ser precursor de Jesús, «un hombre que viene del desierto» y, por ello, «inspira profundo respeto, profunda seriedad». Resaltó que el patrón de Albacete preparara al camino al Señor, fuera un «alumbrador de valores» con un corazón «más dulce que la miel». Y alabó a aquellos hombres coherentes, valientes, auténticos, con hondura, veraces y que no tiemblan al decir que trabajan en nombre de Dios.

Ante una Catedral abarrotada de fieles, el Obispo de la Diócesis agradeció el papel que están jugando las asociaciones de vecinos, a las que definió como «red social» que debe contribuir al fortalecimiento y a la vertebración de la sociedad civil y a garantizar la participación ciudadana para que se cumplan los derechos y los deberes de todos los vecinos: «Que San Juan Bautista interceda por esta parroquia, por esta Diócesis, por esta ciudad, por cada barriada, por todos sus habitantes, por los vivos y por los difuntos», concluyó Ciriaco Benavante.

La ceremonia religiosa en honor de San Juan contó también con una emotiva ofrenda, en la que se entregó al obispo un ramo de flores, símbolo de la alegría y la convivencia en estos días festivos en Albacete; con una concha bautismal con agua bendita como símbolo del bautismo; y el pan y el vino, fruto de la tierra «que hoy se convierten en tu cuerpo y tu sangre».

La alta probabilidad de lluvia -como así ocurrió toda la tarde- también obligó a la FAVA a suspender el reparto de unos 300 picnic que desde hace varios años distribuye entre los vecinos para garantizar así unas horas de convivencia.

La misma suerte corrieron las actividades de la tarde. Según confirmó el concejal de Festejos, Manuel Serrano, se suspendieron la novillada sin picadores programada en la plaza de toros, el festival de folklore y el concierto extraordinario de la Banda Sinfónica.