Érase una vez... El apoyo a los proyectos sociales

A.M.
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Los talleres prelaborales de la Asociación de Personas con Enfermedad Mental elaboran perchas y cajas de madera personalizadas para bebés

Uno de los usuarios de los talleres - Foto: RUBÉN SERRALLÉ

En ocasiones, los días nos descubren que no todo son malas noticias ni corruptelas. La necesidad de burlar la crisis y, lo que es más importante, de llenar los bocadillos para mitigar el hambre, ponen sobre la mesa iniciativas que no olvidan que el ganarse un sueldo decente puede hacerse con respeto a la naturaleza, con justicia y con acciones dirigidas a la integración social.

Entendiendo que el empleo es la mejor herramienta para una inserción real, la Asociación de Amigos y Familiares de Personas con Enfermedad Mental de Albacete, conocida a nivel nacional como Afaeps, trata de favorecer la creación de puestos de trabajo para sus usuarios, a través de su centro especial de empleo y de sus talleres prelaborales, cuya producción se comercializa de forma directa e indirecta, tanto para mantener las instalaciones que gestiona la asociación como los servicios y programas que desarrolla, siempre buscando el bienestar y la calidad de vida de los enfermos psíquicos.

Además de la instalación de un puesto en el mercadillo de Navidad de la plaza del Altozano y de la exposición para la venta que monta cada año en su stand del Recinto Ferial, con ocasión de la Feria septembrina, Afaeps trata de encontrar nuevas líneas de negocio para darle salida a la mayor parte de los artículos que elaboran, siempre de forma artesanal, sus trabajadores y usuarios.

Es aquí donde entra en juego la tienda de bebés Érase otra vez, un novedoso establecimiento que, bajo criterios de sostenibilidad y con una perspectiva social y de respeto al medio ambiente, compra y vende artículos de segunda mano relacionados con la primera infancia, para alargar su vida útil. La sorpresa de este otoño ha venido de la mano de los talleres de carpintería, pintura y decoración de Afaeps, que desde hace unos meses están elaborando perchas de armario y de pared y varios modelos de cajas de madera, que pueden ser personalizados y que se han convertido en la novedad para regalar a recién nacidos o niños de poca edad.

El proceso se inicia en el taller de carpintería y marquetería ubicado en el Centro de Rehabilitación Psicosocial y Laboral que Afaeps mantiene abierto, en horario matutino y vespertino, en la travesía de la Igualdad. Allí, varios trabajadores y usuarios de la asociación se encargan de cortar las maderas y elaborar tanto perchas para armarios como para instalar en la pared, así como cajas de dos tamaños diferentes.

Pintura y decoración. Una vez encolados y lijados, los artículos pasan a los talleres de pintura y decoración, donde otro grupo de trabajadores y usuarios con enfermedad mental se encarga de darles color y decorarlas, bien al gusto del consumidor, bien con motivos infantiles que ellos mismos crean con su imaginación.

«En los últimos meses nos están llegando muchísimos pedidos». Es Ana Pérez, trabajadora social de Afaeps, quien aplaude la iniciativa que ha tenido el comercio Érase otra vez, porque con esta colaboración «están contribuyendo al sostenimiento de los puestos de trabajo de Afaeps y garantizando la integración de nuestros usuarios».

Es en Érase otra vez donde los clientes pueden elegir el tamaño de las cajas de madera y, si así lo quieren, personalizarlas con los colores con los que trabajan en los talleres prelaborales de Afaeps e incluso ponerles el nombre del recién nacido o niño al que va dirigido el regalo. «Lo más frecuente son las cajas con motivos infantiles y con los nombres de los bebés», explica Gemma Isasi, educadora social y monitora del taller de decoración. Añade que la tienda de bebés cuenta con un catálogo donde figuran los «colores con los que trabajamos» para que sean escogidos por la clientela.

Así, perchas y cajas de madera son elaboradas de forma artesanal por trabajadores y usuarios de Afaeps, de cuyo centro salen en dirección a la calle de la Feria número 20. Allí, los consumidores pueden elegir desde ropa de bebé hasta artículos de la infancia para meter dentro de las cajas, inclusive las propias perchas. El proceso de elaboración de este original regalo culmina con un envoltorio muy cuidado y un gran lazo listo para entregar a los receptores.

Previamente en Érase otra vez, sus propietarias Isabel López y Paqui Vizcaya ayudan y aconsejan a sus clientes sobre qué artículos poner dentro de las cajas: perchas, ropa, peleles, toallas, baberos, arrullos, patucos, mantitas..., todos ellos elaborados a mano por otros cinco artesanos locales con los que trabaja este negocio, que el pasado 13 de diciembre cumplió su primer aniversario.

Como ejemplo de distribución de riqueza y demostrando que es necesario que la economía local se apoye entre sí, en Érase otra vez han querido poner a estas cestas precios asequibles para muchos bolsillos, una media de 25 euros, aunque «las hay más económicas y más caras». Quien así lo asegura es Isabel López, que agrega que, además de estos artículos elaborados con lanas, algodones y todo tipo de textiles vinculados al mundo de la infancia, algunos clientes incluyen en las cajas de regalo ropa interior, pijamas o zapatitos de segunda mano, porque «les informamos de que todos los artículos usados están higienizados con un producto respetuoso con el medio ambiente, que se llama Ecolab, en el servicio de lavandería de Afaeps».

Ropa higienizada. Esta es otra colaboración de Érase otra vez con la Asociación de Enfermos Mentales. En la lavandería de la residencia de Afaeps trabaja Antonia Gómez. Explica que la ropa de bebés, aunque depende de su tejido, se suele lavar con programas delicados a los que se le incorpora un desinfectante. En caso de la ropa blanca, se le añade también oxígeno para que el tono no se vuelva amarillento ni gris. Una vez lavada, la ropa es planchada, embolsada y etiquetada para que los futuros compradores estén convenientemente informados del proceso de higienización al que se somete esta ropa usada.

Además de este convenio firmado con una tienda especializada en moda y artículos de bebé, Afaeps mantiene operativo su centro especial de empleo, experto en la elaboración de señalización y mobiliario rústico como mesas de picnic, papeleras, bancos, marquesinas, e incluso puentes, material que fabrican cinco personas contratadas con mayor grado de autonomía.