Los cuatro grupos políticos con representación en la Diputación de Albacete dieron ayer su voto favorable al convenio con la Junta de Comunidades para la adhesión de la institución provincial al Plan Extraordinario de Empleo regional. Lo hicieron en un Pleno extraordinario en el que, a pesar del apoyo, los representantes de PP y Ganemos-IU mostraron discrepancias con el procedimiento seguido en esta iniciativa.

Fue Ramón García, vicepresidente del área económica en el equipo de Gobierno socialista, el encargado de detallar qué incluye este acuerdo entre administraciones. Así, la Diputación deberá incluir 10,4 millones de euros en sus Presupuestos de dos ejercicios (2016 y 2017), con algo más de cinco en cada uno de ellos. Ese dinero servirá para financiar parcialmente los contratos que realicen los ayuntamientos dentro de la convocatoria destinada a personas que hayan agotado sus prestaciones por desempleo, una de las cuatro planteadas en el plan y de las dos para las que ya se abrieron las solicitudes.

Según los datos que facilitó García, «las contrataciones serán entre 4.500 y 5.000 cada uno de esos años y sobre un 80 por ciento de ellas, tendrán una duración de seis meses». El 75 por ciento del importe se transferirá a los ayuntamientos en el primer trimestre del año, una comisión mixta vigilará el cumplimiento de las bases y los municipios deberán justificar e destino de las ayudas para optar a la convocatoria del año siguiente.

«Con este acuerdo se pretende agilizar el plan», aseguró el viceportavoz socialista tras escuchar los reparos puestos al convenio por los representantes del PP, Constantino Berruga, y Ganemos-IU, Victoria Delicado.

El primero calificó el acuerdo de «precipitado» y lamentó que «la Diputación tendrá que asumir una operación de tesorería, sin tener ningún control sobre el plan», y que se hayan incluido «criterios subjetivos» en las bases.  Por su parte, Delicado dijo que «se trata de un compromiso sobre algo que está en el aire, ya que la Diputación todavía no tiene Presupuestos».

En ese debate, la portavoz de Ciudadanos, Francis Rubio, sólo tomó la palabra para indicar que el asunto «es algo muy serio, no para estar tirándonos chinitas».