Un Nevels estratosférico da el título al Albacete Basket (91-88)

Juan Carrizo
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El norteamericano anotó tres triples en los últimos 20 segundos para dar la victoria a su equipo y ahondar en la herida de un CB Villarrobledo que consumó su descenso de la forma más cruel

El baloncesto, trepidante y espectacular, suele tener momentos épicos. Victorias sobre la bocina, remontadas sorprendentes, canastas que dan títulos. Todo eso se vivió ayer en un Pabellón del Parque que terminó entregado a Garrett Nevels.

El jugador norteamericano del Arcos Albacete Basket metió tres triples en los últimos 46 segundos para dar la victoria a su equipo y conseguir, por méritos propios, el título de campeón del grupo B a falta de una jornada para el final. Al mismo tiempo consumó el descenso matemático del CB Villarrobledo, en un partido que tuvo ganado, aunque no le habría servido para nada.

La bocina ha sido esta temporada el gran problema del CB Villarrobledo, pues sobre la misma ha perdido varios partidos, sobre todo los dos consecutivos en las islas canarias, que dejaron las opciones para mantenerse demasiado lejos. Aunque hubiera ganado, el equipo de Manuel Jiménez ‘Júnior’ estaría descendido por la victoria de sus rivales. Lo suyo era ya, hace tiempo, misión imposible.

La derrota del Seguros Soliss Alcázar en su casa valía para ser campeón, pero, obviamente, sienta mejor ganando y, además, si se hace como ayer. Y es que nadie podía esperar ese final trepidante y mágico en el que el protagonismo fue para un espectacular Nevels. Los últimos 20 segundos de partido quedarán grabados en la mente de todos los  aficionados que tuvieron la oportunidad de vivir uno de los momentos más impresionantes en la corta vida del Albacete Basket.

GRAN CB VILLARROBLEDO. El partido fue muy intenso, con dos equipos lanzados a por el triunfo y poniéndolo todo sobre la cancha.  Tras una primera ventaja visitante (6-12) el Albacete Basket apretó los dientes y tomó ventaja (13-12). Fue una de las constantes del partido, cuyo marcador quedó con 21-16 al final del primer cuarto.

En el segundo parcial la igualdad fue máxima. En cuanto Albacete quería tomar distancias, el Villarrobledo, a base de trabajo, defensa y triples, igualaba el marcador (31-31). Apareció Nevels para llevar a su equipo al descanso con una ventaja mayor de lo que estaba viendo sobre la pista (49-40).

En el tercer cuarto el Villarrobledo empezó enchufado. AVilches se le salía el hombro, tras un choque en un bloque, y tenía que abandonar el partido. Baker hacía su quinta personal y dejaba al Villarrobledo sin uno de sus mejores hombres. Pero la intensidad defensiva subía enteros y las chispas saltaban en uno y otro aro. Albacete se atascaba y el partido llegaba a su último cuarto con todo por decidir (64-63).

En el último parcial el CB Villarrobledo puso toda la carne en el asador. Triples, penetraciones, defensa al límite. Todo le salía bien al equipo de Júnior y, tras ponerse por delante empezó a tomar una ventaja que se estabilizó en los 10 puntos en los últimos cinco minutos. Otero y Lane mantenían el tipo, pero el partido parecía decantado para un Villarrobledo que estaba jugando a un gran nivel, con Michael Torres espectacular en la dirección y también anotando. Afalta de dos minutos el marcador reflejaba un 77-87 que parecía definitivo, pero Villarrobledo ya sólo anotó un tiro libre.

Con 82-87 y 46 segundos por jugarse llevó el primero de los tres triples de Nevels. Jesús Gama se fue a los tiros libres y anotó uno (85-88 a 20 segundos). Nevels tomó el balón, cruzó el medio campo y, desde 10 metros, anotó limpiamente el segundo de los triples. Empate en el marcador (88-88). En el ataque villarrobletano los colegiados señalaron personal en ataque de Torres y al Albacete le quedaban cuatro segundos para ganar o prórroga.

Nevels cogió el balón, casi se cae en el arranque, dio cuatro pasos y, medio desnivelado, se levantó y lanzó sobre la bocina. El balón tocó el tablero y se metió en la canasta, entre el delirio de una afición impresionada. Explosión de júbilo para un Albacete Basket campeón, mientras el CB Villarrobledo desaparecía sigilosamente al vestuario cuando la cancha era una auténtica fiesta.