Unas 300 personas se concentraron ayer tarde en la Estación del ferrocarril de Hellín para reivindicar más paradas de tren en la ciudad, en los momentos previos al paso del nuevo Alvia, que hará un servicio diario para unir Madrid y Murcia en poco más de tres horas y media, sin parada en la ciudad.

Desde poco después de las seis de la tarde fueron llegando vecinos al andén de la Estación, cuyo bar, vestíbulo y oficinas se encontraban cerrados porque ya no circulaba ningún tren con parada en la ciudad. Gentes de todas las edades, pocos con tambor y unos cuantos con pitos y cacerolas. En esos instantes, la convocante, Concepción Ramírez de Arellano, se dirigió a todos los presentes para indicar que un responsable policial le había indicado que «la convocatoria era ilegal, porque se ha realizado con menos tiempo del debido y, por tanto, he cometido una irregularidad, por eso, en este mismo momento desconvocó  dicha concentración de protesta». En ese instante, la mayor parte de los presentes indicaron que ellos se quedaban «para ver el paso del nuevo tren, a título particular e individual».