En 2016, Óscar Sánchez Ruiz, un policía local de Elche (Alicante), preparó, y puso en marcha, un interesante proyecto dirigido a los escolares de cuarto, quinto y sexto de Primaria. Le dio el título de No más vidas robadas, ni personas anuladas y con él ha recorrido, hasta la fecha, más de 17.000 kilómetros entre las provincias de Albacete y Alicante y ha trabajado con unos 21.000 escolares y con 3.000 familiares.

En sus horas fuera de trabajo, y con un esfuerzo personal, empezó por escuelas de municipios más pequeños pero «la gran acogida que ha tenido ha sido sorprendente y el boca a boca lo ha llevado a otras localidades más grandes».

Esta semana, el miércoles 3, de hecho, acudía a los colegios de Ontur y Albatana, donde fue recibido por el centro y «por las concejalas de Educación de ambos pueblos, Ana Gómez Vera y María García Cuesta». Pero también ha llevado este proyecto hasta «Elche de la Sierra, Hellín, Alpera -donde tiene prevista una nueva sesión, ahora con las familias-, Bonete y Montealegre del Castillo», recuerda.

La intención de Óscar Sánchez es que la actividad «no se quede solo en una charla», sino que deja preparadas actividades y talleres para que se sigan trabajando en las aulas. «Mi compromiso es mantener la prevención en los centros educativos y eso no se logra con una charla y punto», explica.

El proyecto surgió encaminado a dos direcciones. «No más vidas robadas se centra en el trabajo en materia de violencia de género, y ni personas anuladas va más enfocado al acoso y ciberacoso y este año y medio de funcionamiento ha sido mucha la demanda en este segundo aspecto, por el que, de momento, me he decantado».

Además de detallar qué es el acoso o el ciberacoso «también hablamos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y les doy consejos para el uso responsable de las redes sociales, teléfonos móviles, tablets, portátiles y demás».

Trabaja con chicos y chicas que han nacido en la era de las tecnologías pero, alerta Óscar Sánchez, «no son conscientes del riesgo, de que el anonimato no existe en las redes sociales, de que absolutamente todo queda grabado ni de que, cuando mandan una foto o un vídeo, están dejando al descubierto su privacidad y su vida».

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