Con una altísima abstención (72 por ciento), las bases de IU dieron ayer su apoyo con un 84,5 por ciento de los votos, a ir en coalición con Podemos el 26-J, aunque sin conocer las condiciones del pacto, que aún negocian ambas formaciones.

Frente a los 16.953 militantes que dijeron sí al pacto con los morados, un 13,1 por ciento (2.623 personas) votó en contra mientras que otro 2,4 por ciento (491) se abstuvo en la consulta que concluyó ayer después de tres días.

En total se emitieron 20.067 votos de un censo de 23.000 militantes más otros 50.000, a quienes se les preguntó: ¿Apruebas una coalición electoral con Podemos y otras fuerzas de cara a las elecciones del 26 de junio?

Con este respaldo mayoritario a ir de la mano con Podemos, el portavoz de IU en el Congreso, Alberto Garzón, tiene vía libre para suscribir una coalición electoral con el partido de Pablo Iglesias, que todavía está por cerrar.

Aún no se ha decidido si las siglas de IU figurarán en la papeleta electoral, el nombre de la coalición, el programa de mínimos, y tampoco qué posición tendrán en las listas, el principal escollo de la negociación.

El riojano pelea por ir en un puesto de salida en la circunscripción de Madrid, así como que el bloque comunista ocupe lugares destacados al menos en una decena de provincias. Se trata de tener visibilidad y no dejarse fagocitar por los de Pablo Iglesias, como no se cansan de advertir los detractores de esta alianza.

Asimismo, el secretario de Organización de IU, Adolfo Barrena, hizo una lectura «muy positiva» de la consulta a la militancia, subrayando que pone de relieve que la apuesta por la confluencia va en el buen camino.

Con los resultados en la mano, el aragonés, que lleva semanas negociando con su homólogo en Podemos, Pablo Echenqiue, cree que ha quedado claro la «plena conexión» de la militancia y los simpatizantes con la línea de la dirección de su formación.

La formación morada, al contrario de lo que hizo IU, hará la consulta con el acuerdo rubricado, si es que se alcanza, los próximos 10 y 11 de mayo.

Mientras, los de Garzón, que tiene que enfrentarse a unas primarias, no tienen pensando someter a una segunda votación de sus bases una vez el pacto esté ya hecho porque, según Barrena, «la mejor consulta será el 26-J».

No quiso dar tampoco detalles de si hay avances concretos en los puntos más conflictivos y que más preocupan a la militancia, entre ellos si las siglas de IU irán en la papeleta, el nombre de la coalición o el puesto del riojano.

Desde Podemos, su portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón, aseguró que contempla con «optimismo» la posibilidad de una alianza: «Las condiciones están más maduras, si bien pido prudencia porque queda poco tiempo».

Las reacciones vinieron del PP y de Ciudadanos. Así, el portavoz del Grupo Popular en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, sostuvo que la posible coalición electoral es «clarificadora» para los electores, ya que es «la extrema izquierda de toda la vida». El secretario de Comunicación de los naranjas, Fernando de Páramo, opinó que si los morados pacta con un partido con las ideas «viejas y caducas» como IU, dejará de ser una formación «nueva» y «transversal», perdiendo la «novedad» que le ha caracterizado.