Un reventón algo tardío

E.F.
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La Cueva de Los Chorros empezó a manar agua casi a finales de un año que se caracterizó por una ausencia casi total de precipitaciones

Primero amagó, con una crecida y ayer, por fin, la boca de la Cueva de Los Chorros del Río Mundo reventó por fin, después de meses de espera y a consecuencia del pasado de la Borrasca Bruno por esta parte de la Península Ibérica.El fenómeno conocido como 'reventón' no sigue una fecha fija. Depende de las precipitaciones, de la forma que éstas adoptan -lluvia o nieve- de su intensidad, de la presencia de viento y, en especial, de que el sifón natural que existe en el interior de la Cueva -en realidad, un sistema de cuevas de kilómetros de longitud- se llene y provoque que una columna de agua llena la boca de la cueva, formando así la espectacular cascada que atrae visitantes al municipio de Riópar entre finales del otoño y principios del invierno.Así, en 2015, el 'reventón' se hizo esperar hasta finales de enero; en 2016, por contra, llegó la primera semana de diciembre y ahora, en 2017, llega en la última semana del año, después de que una borrasca recorriese toda la Península.