La Audiencia Provincial juzgó y condenó en abril de 2012 a un hombre que apuñaló a otro por un teléfono móvil en el parque Abelardo Sánchez de la ciudad, causándole graves heridas que a punto estuvieron de causarle la muerte. De hecho, según los informes médicos, la víctima perdió la mitad de su sangre, y solo una rápida intervención pudo salvarle. La sentencia dictó siete años de cárcel para H.T. por homicidio en grado de tentativa y una indemnización de 4.050 euros, y ahora el Tribunal Supremo ha confirmado esa sentencia, rechazando el recurso que presentó la representación legal del condenado.

 El recurso había alegado infracción de la ley de Enjuiciamiento Criminal, argumentando que el acusado nunca tuvo «ánimo de matar», a pesar de lo que dice el fallo de la Audiencia. Pero el Supremo no lo considera así, y hace suya la argumentación de la Audiencia Provincial: «el acusado se encontró en un parque con O.C. (la víctima), a quien reprochó haberle quitado el teléfono móvil, discutiendo con él, hasta que cogió un cuchillo de 11 centímetros que llevaba escondido y se lo clavó... con intención de quitarle la vida». Cuando la víctima huyó, «le persiguió para continuar la agresión. El tribunal considera que no hay duda de que el ataque con el cuchillo se produjo en una «zona vital», ya que le perforó el duodeno y el hígado, haciéndole perder litro y medio de sangre.

CAPACIDAD LESIVA. Además, el Supremo, para respaldar la sentencia, se refiere también a que el arma tiene una clara «capacidad lesiva», que las heridas pudieron provocar la muerte, y que además el condenado persiguió a la víctima para «continuar la agresión».

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