El servicio de transeúntes de Hellín atendió más de 1.700 personas desde 2001

Ángel Romero
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Cáritas y la Concejalía de Bienestar Social hicieron un llamamiento para concienciar a la sociedad sobre las personas que carecen de techo y se ven obligadas a dormir en la calle

Acompañados por unas personas con el rostro cubierto que simbolizaban a quienes no tienen un hogar propio, representantes de Cáritas Interparroquial y de los Servicios Sociales municipales comparecieron para efectuar una llamada de sensibilización a la sociedad sobre quienes no  disponen de un techo bajo el que residir, sumándose ambas instituciones a la campaña que se lleva a cabo en dicho sentido.

El concejal de Servicios Sociales, Emilio José Pinar, explicó que el año 2001 se puso en marcha a través de las dos entidades mencionadas el programa de atención a transeúntes, incluido en los Programas Regionales de Integración Social (PRIS), promovidos por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Con esta iniciativa se pretende facilitar el proceso de integración social de las personas que llegan a la ciudad, mediante un servicio de primera acogida, que permitiera atender las necesidades de los afectados, toda vez que la atención  tradicional dispensada hasta entonces, poco o nada contribuía a  su normalización e integración.

Atención. El edil de Bienestar Social explicó que, junto a las dos instituciones mencionadas, en la ayuda a las personas transeúntes también colabora el cuerpo de la Policía Local.

A lo largo de los casi 14 años de vigencia de este programa se han atendido a más de 1.700 personas transeúntes. En lo que respeta a los últimos cinco años, la media anual de atenciones está en unas 42, cifra que dista bastante de los primeros años años de andadura del programa, cuando llegaron a registrarse más de 200 casos al año, como ocurrió en 2003, en que se prestó ayuda a 221 personas. Actualmente el número de transeúntes atendidos se sitúa en torno a la treintena anual y aunque con carácter puntual se observa la práctica de la mendicidad, este condicionante se encuentra alejado de la situación y características del fenómeno del transeuntismo como tal.

La línea seguida con las personas transeúntes que llegan al municipio se centra en varios apartados. Uno de ellos es  intentar propiciar la reincorporación a su entorno sociofamiliar de procedencia. Otro aspecto incide en  posibilitarles la integración en recursos normalizados de atención, cuando se da el caso de que la citada reincorporación anterior no es posible de realizarse. Además de lo mencionado  se les presta atención puntual de necesidades básicas, en lo que respecta a la alimentación o vestido.