El ciclo de conferencias programado por el Museo de Albacete y la Asociación de Amigos vinculada al mismo, que conmemora sus 40 años de existencia y recuerda las figuras de Antonio Escario y Samuel de los Santos, contó ayer con la intervención de Miguel González Suela, subdirector General de Museos, que habló sobre Museos y sociedad.

¿Una relación que debe ser revisada?

Fundamentalmente tiene que ver con el imperativo ético que tienen los museos de ir más allá de lo que han sido sus labores tradicionales: educación, investigación, exhibición... e involucrarse en los problemas sociales de cara a transformar la sociedad. En base al programa elaborado por el Ministerio de Cultura llamado Museo más sociales se trata de la necesidad de propiciar cinco museos en uno: un museo accesible que atiende a las personas con algún tipo discapacidad; un museo inclusivo que tenga en cuenta la cohesión social y a la gente excluida habitualmente; un espacio intercultural que tenga en cuenta las migraciones y el diálogo con otras culturas; el museo abierto que tenga en cuenta aquellos sectores demográficos que no acuden a los mismos, desde personas mayores de 65 años con niveles educativos no muy altos o los jóvenes de entre 18 y 25 años; y, finalmente, el museo sostenible, es decir aquel que se preocupa por el futuro, el medio ambiente y por transmitir valores concretos.

¿Se puede ejemplificar con casos concretos?

Por ejemplo, el programa Tejiendo un futuro es el que hacemos con cárceles, partiendo siempre de las colecciones del Museo de América, con el que enseñamos a mujeres presa a tejer y a pintar, de forma que puedan tener en el futuro una labor ocupacional. En el caso de ese vertiente inclusiva, Patrimonio femenino es todo lo que hacemos para visibilizar la labor de la mujer a lo largo de la historia en las distintas colecciones y luchar también contra la violencia de género.

En definitiva, dejar de concebir a los museos como espacios reservados a mostrar colecciones y abrirlos a la realidad social, ¿no?

Todo va sumando, porque el museo no es unaONGy no puede dejar de cumplir con sus labores tradicionales: conservar, estudiar o exhibir, pero los museos han ido sumando capas, una fue la educativa, otra vertiente lúdica y otra capa sería la social y analizar los estudios sobre quién nos visita, donde nos encontramos que grandes porcentajes de la población no vienen a los mismos y precisamente ahí es donde debemos trabajar. Yo esto lo tengo clarísimo, si un museo no es atractivo para la sociedad está muerto, su futuro pasa por ser relevante para el ciudadano.