Porque Yo Importo es el lema bajo el que se celebra hoy el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, una fecha que la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal) y la Asociación de Enfermería de Cuidados Paliativos (Aecepal) han querido aprovechar para poner en marcha una campaña nacional que  pone de relieve la necesidad de mejorar el acceso de la población a esta atención específica e integral, entendiéndola como un derecho humano y universal, a la que se suma la Unidad de Medicina Paliativa del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. 

Según las estimaciones actuales, tres de cada cuatro personas necesitarán en algún momento de su vida atención paliativa, unos cuidados que, en opinión de la responsable de la Unidad de Medicina Paliativa que funciona en el Hospital Perpetuo Socorro, la doctora Cristina Nerín Sánchez, «mejoran la calidad de vida tanto del paciente como de su familia, no sólo en la fase final de la enfermedad, sino desde el inicio del proceso y durante el período de duelo. Está demostrado que esta forma de atención disminuye el sufrimiento del enfermo y de sus seres queridos, evita actuaciones innecesarias y da prioridad a los valores y preferencias del paciente en un momento de especial fragilidad».

La doctora Nerín Sánchez aseguró que «el objetivo es conseguir unos cuidados paliativos universales y precoces», para intentar desmitificar en la población este tipo de atención sanitaria y que los enfermos y sus familiares «no entiendan la Medicina Paliativa como sinónimo de muerte, sino de ayuda, acompañamiento, alivio, amparo y seguridad». La Unidad de Medicina Paliativa del Perpetuo Socorro  se abrió el 15 de febrero de 1999 y desde ese momento hasta ahora son 10.540 los pacientes atendidos en este dispositivo que actualmente sólo trata a pacientes con enfermedad oncológica avanzada, ya que el resto de patologías que precisan de estos cuidados se atienden con el equipo de soporte de atención domiciliaria (ESAD). 

En lo que va de año, esta unidad de atención multidisciplinar e integral ha atendido ya a 314 pacientes nuevos, aunque en programa y seguimiento en el momento actual rondan los 200 (120 de forma ambulatoria, en consulta), otros cincos ingresados en planta y 45 que reciben atención domiciliaria.

Con los pacientes que están en seguimiento que rondan los 180, anualmente este servicio evalúa y trata al año a unos 550 pacientes con cáncer.

El tratamiento que se da en la Unidad de Medicina Paliativa del Perpetuo Socorro es siempre integral. Según la coordinadora de este servicio, la doctora Cristina Nerín Sánchez, se abordan tanto desde los síntomas físicos, como psíquicos y espirituales, «entendiendo lo espiritual no como algo religioso, sino como el sentido de trascendencia que todo el mundo tiene en el final de su vida».

Sin embargo, comentó que «sólo un 10% de los pacientes que fallecen en la Unidad necesitan sedación para morir de una forma tranquila, eso significa que la mayoría de los que mueren por causas oncológicas lo hace de forma tranquila sin precisar de sedación, que es el último recurso terapéutico cuando no hemos podido controlar un síntoma refractario».

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