Lo ideal sería que los 7.600 millones de personas que pueblan la Tierra pudieran disfrutar de una atención médica de calidad sin necesidad de enfrentarse a dificultades económicas, sin embargo la realidad es tozuda y esa posibilidad, a fecha de hoy, es inexistente y por el momento imposible.
Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS), dependiente de Naciones Unidas, pretende revertir esta situación y, para ello, ha instado a los Estados a que inviertan más dinero en la Sanidad de sus ciudadanos.
El objetivo de esta institución supranacional es que en el horizonte de 2030 todo el mundo pueda disfrutar de un sistema sanitario de carácter público, universal y de calidad.
La institución que dirige Tedros Adhanom Ghebreyesus recordó a los Estados miembros de la ONU que en 2015 acordaron trabajar por la cobertura global de salud como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.