Demuestran la utilidad de los perros para localizar aves electrocutadas

A. G.
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Un estudio de técnicos medioambientales albacetenses permitió comprobar la eficacia del adiestramiento para la detección y el alto porcentaje de mortalidad de especies nocturnas

Un estudio, realizado en la provincia, señala la utilidad del uso de perros adiestrados en el control de la mortalidad de aves causada por infraestructuras humanas, concretamente por choques con las líneas eléctricas. El objetivo es detectar con la mayor exactitud posible el número de esos casos para conocer la magnitud total del problema y las medidas más adecuadas para evitarlo.

JonDomínguez, Juan Manuel Roldán y Patricia Moreno, de las empresas albacetenses Ideas Medioambientales yArrocan Educación Canina, llevaron a cabo el seguimiento. Lo hicieron, según apuntan en su estudios, en un tramo de nueve kilómetros de una línea eléctrica aérea de alta tensión (132 kv) de mayor longitud, dotada de salvapájaros en espiral cada 15 metros en el cable de tierra y que atraviesa los términos municipales de Pozo Lorente, Casas de Juan Núñez, Valdeganga y Mahora.

Según explican los responsables del proyecto, las prospecciones de cadáveres se llevaron a cabo con un perro adiestrado específicamente y un técnico acompañante. En cada jornada de búsqueda se recorrieron tres kilómetros de línea mediante un transecto de ida y vuelta a cada lado de la traza. El tramo de nueve kilómetros se finalizaba en tres días consecutivos y las prospecciones se repitieron semanalmente hasta un total de ocho revisiones.

«Dado que las detecciones de cadáveres en el campo no muestran una relación directa con la mortalidad real, ya que éstas se ven afectadas por diversos factores como la permanencia de los restos, la capacidad de detección de los observadores, la característica del área prospectada, el tipo de especie accidentada, etcétera.; se aplicaron modelos matemáticos que incluyeron factores de corrección de sesgos de eficacia de búsqueda y permanencia de cadáveres». Para ello se dispusieron cadáveres de aves en la superficie de prospección que posteriormente debieron ser localizados por el buscador canino. En total se utilizaron 28 señuelos de 16 especies distintas que se repartieron en cuatro experimentos de periodicidad quincenal.

Se localizaron 47 cadáveres de aves pertenecientes a 17 especies y la mortalidad estimada fue de 42 aves por kilómetros de tendido prospectado. De acuerdo a los datos obtenidos por los técnicos, el proyecto deparó buenos resultados: «la elevada eficacia en la detección de mortalidad mostrada por los perros adiestrados (78 %) frente a los valores obtenidos por buscadores humanos en estudios equivalentes (9%-42 %), los convierten en una excelente herramienta de control de mortalidad en infraestructuras al reducir los sesgos en la interpretación de las observaciones», explican.

En cuanto a las conclusiones sobre este problema medioambiental, señalaron que «sería conveniente desarrollar nuevas estrategias anticolisión que solventaran las situaciones de baja visibilidad durante la noche o en condiciones meteorológicas adversas, como nieblas y precipitaciones intensas». Precisamente por ello el estudio se llevó a cabo durante los meses de septiembre y octubre (periodo de mayor mortalidad) y deparó que el mayor porcentaje de muertes (64%) correspondió a especies migrantes nocturnas o con campos de visión estrechos y baja maniobrabilidad en vuelo, «confirmando la escasa efectividad del marcaje visual convencional de los cables conductores o de tierra para evitar colisiones sobre este tipo de especies».