Como cada Lunes de Pentecostés, Peñas de San Pedro vive un día especial, ya que la imagen de su patrón llega al municipio, donde permanecerá hasta el 28 de agosto. Unos 300 'andarines' la esperaban a la salida de su aldea, donde llegó en procesión junto a la imagen de la Virgen. Tras introducir al Cristo en su urna, protegido por plásticos debido a la previsión de lluvia, iniciaron la carrera de 14 kilómetros hasta la Cruz, donde se le devuelve a sus andas para llevarlo hasta la parroquia. El municipio lo esperaba encharcado, tras la descarga de una fuerte tromba de agua.