Su relación con los animales se remonta a su niñez, sentía verdadera pasión por los perros, mascotas de las que siempre ha estado rodeada. Pero su implicación al cien por cien con los animales más necesitados no se produjo hasta que adoptó a una perra que encontró abandonada en el río Mundo, circunstancia que la llevó a conocer a la Asociación Protectora de Animales y Plantas El Arca de Noé de Albacete. Al comprobar in situ las necesidades y carencias de los perros y gatos que allí tienen en acogida, no dudó en hacerse voluntaria. De eso hace 11 años. Hoy, Soledad Calvo Martínez es la responsable del albergue, trabajo voluntario diario que compatibiliza como profesora de Farmacología en la Facultad de Medicina de Albacete.
Explica, como responsable del albergue, que no es cierto que en verano entren más animales abandonados, aunque reconoce que los lugares en los que los encuentran son diferentes, desde gasolineras a caminos. Pero no es lo más duro del abandono, indica. "Los encontramos en cualquier sitio. Los cachorros todavía los abandonan en los contenedores, en bolsas de basura... También nos dejan en la puerta del albergue y los encontramos en el campo, en las playas fluviales. Lo lamentable es que recogemos perros que abandonan atados a las vallas de los pipicanes. Los llevan allí, los atan y se van".