'El Seco' abandona la prisión de Alcázar de San Juan tras cumplir condena

Redacción
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A las 10,30 horas salía por la puerta de la cárcel y poco después tomó un tren que tenía por destino Alicante, con parada en Villarrobledo

Pedro Antonio Seco Martínez rehusó hacer declaraciones a los periodistas que le esperaban a la puerta de la cárcel. - Foto: EFE

Vestido con una camiseta blanca, bermudas, zapatillas y portando una bosa de deporte, hacia las 10,30 horas de ayer abandonaba la prisión de Alcázar de San Juan el tristemente célebre Pedro Antonio Seco Martínez, conocido popularmente como El Seco.

Instantes después emprendió rumbo a la estación de Alcázar, donde tomaba un tren con destino a Alicante que incluía paradas en La Roda y  Villarrobledo, su localidad natal. Aunque rehusó hacer declaraciones poco antes de subir al tren contestaba, a preguntas de los periodistas, con un «no lo sé dónde voy».

La Tribuna de Albacete pudo contactar ayer con uno de sus hermanos, Félix, que en esos momentos no se encontraba en Villarrobledo, y éste también aseguraba desconocer el destino y los planes de El Seco, con el que dijo no haber mediado palabra tras dejar la prisión ciudadrealeña, a la par que añadía no tener problema alguno entre los vecinos de la población, «donde sigo teniendo mis amigos», apuntaba.

El asesino en serie quedaba en libertad en noviembre del pasado año 2013, tras haber cumplido 20 años de los 90 con que fue condenado por haber matado a tres personas a principios de la década de los 90. Pocas semanas después reingresaba de nuevo en prisión al intentar forzar un vehículo en Villarrobledo, por lo que fue condenado a siete meses más de privación de libertad. El caso de Pedro Antonio Seco es uno de los que más polémica creó en relación a las consecuencias acarreadas por la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo de anular la conocida como doctrina Parot.

 Su puesta en libertad despertó los lógicos recelos entre los ciudadanos de Villarrobledo y la alarma entre los familiares de las víctimas. Cabe recordar que durante el juicio celebrado en 1997 los forenses que comparecieron en la causa le definieron como «un psicópata sin sentimientos».  

La Tribuna pudo saber ayer que no estaba previsto establecer ningún operativo de vigilancia ante la inminente llegada del homicida a la población albacetense, algo que es lógico al tratarse de una persona con todos sus derechos que ha cumplido la pena impuesta por sus delitos.