La Biblioteca Nacional de España acogió ayer la reunión constitutiva del Pleno de la Comisión Nacional para la conmemoración del IV centenario del fallecimiento de Miguel de Cervantes, dando así el primer paso para un año 2016, en el que el creador del personaje más insigne de la literatura española recibirá un importante homenaje, después de que este 2015 haya servido de jugoso aperitivo con la conmemoración de la publicación de la segunda parte de esta gran obra.

La Comisión, creada mediante Real Decreto el pasado 17 de abril, está adscrita al Ministerio de Educación y tiene por objeto «programar, impulsar y coordinar las distintas actividades que lleven a cabo las administraciones públicas, entidades públicas y privadas, así como los particulares que participen en la celebración», informaron desde el Ministerio, y será la encargada de la ejecución del programa de apoyo a la celebración de la conmemoración.

Como exigía el protocolo, la consejera de Educación, Cultura y Deporte de Castilla-La Mancha, Reyes Estévez, llegó a la Biblioteca Nacional con antelación para asistir a la constitución de esta Comisión de cuyo Pleno forma parte Castilla-La Mancha junto a las comunidades de Castilla y León, Cataluña, Andalucía, Aragón y la Comunidad de Madrid, además del alcalde de Alcalá de Henares. En el Pleno está también la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que lo preside, a quien acompañan también el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo; el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle; y los representantes de las principales instituciones culturales del país como la Biblioteca Nacional, la Real Academia Española, el Instituto Cervantes, el Museo Nacional del Prado y Acción Cultural Española.

Reyes Estévez destacó «el vínculo histórico» de la región con el autor de la obra más universal escrita en lengua castellana, así como «el vínculo literario» con su principal personaje. Según dijo, la trayectoria vital y literaria de Miguel de Cervantes «convierten a Castilla-La Mancha en referente nacional e internacional de la conmemoración». De hecho, su obra «es patrimonio de nuestra región», puntualizó, lo que explica el compromiso que el presidente de la comunidad, Emiliano García-Page, demostrará con la efeméride para que «el Gobierno esté a la altura».

«No se puede entender a Castilla-La Mancha sin el Quijote y el Quijote sin Castilla-La Mancha», subrayó Estévez, premisa que deberá hacer valer en nombre de la región para que tenga el papel que merece en esta conmemoración que «será una nueva oportunidad para actualizar los referentes» que posee de cara a mejorar la actividad turística, tanto los físicos como los museos como «el patrimonio inmaterial de la obra de Cervantes», dijo.

homenaje al español. La consejera escuchó con atención el discurso inicial del Pleno sentada a la derecha del ministro, y que corrió a cargo de la vicepresidenta y ministra de la Presidencia, Soraya Sáenz de Santamaría, que recordó el objetivo común de las administraciones antes citadas para esta conmemoración, que no es sino «recordar y amplificar» en la medida de lo posible la figura de Cervantes, «lo que supuso en su época y lo que día a día sigue añadiendo a los lectores», valoró.

Para Sáenz de Santamaría, esta conmemoración no solo es un homenaje a Miguel de Cervantes, sino también «un homenaje al español» a través, eso sí, de su figura más visible y más reconocida. Ese homenaje a la lengua vino por el convencimiento de que «es uno de los más importantes valores de nuestro patrimonio común y una de las mayores ventajas competitivas como potencia económica y de comunicación social».

«La obra de Cervantes ha dejado de ser exclusivamente nuestra, para ser además de iberoamericana por el idioma, europea por referencia cultural, y universal por su difusión compartida en el mundo» reflexionó la vicepresidenta durante la apertura de la sesión en la que conminó a destacar la figura de Cervantes «y su aportación al mundo de las letras y de la cultura española»

Conmemoración que debería servir «para favorecer el interés cotidiano sobre toda la obra cervantina», por lo que las distintas instituciones se deberán servir de la vertiente académica del Quijote así como de la vertiente «divulgativa para llevar al ciudadano a vivir el mundo cervantino como algo suyo».

Si una cosa tiene Cervantes, es que «leyéndolo cada uno puede sacar sus propias conclusiones pero que a nadie deja indiferentes», por lo que no dudó en invitar a su lectura a lo largo de este verano de 2015 porque «un clásico no es una obra cerrada, sino que se enriquece y vuelve a escribirse cada día con la experiencia lectora de cada generación».