Las causas en el accidente del TLP estuvieron en el 'caza' y sus pilotos

MARCELO ORTEGA
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El informe del siniestro del F-16 que causó 11 muertos dice que el avión despegó descompensado quizá porque un objeto accionó el giro del timón de cola

No hay certeza total, pero lo que extraoficialmente se sabía desde mitad de junio acerca de las causas del accidente aéreo que dejó 11 muertos el pasado 26 de enero en un curso del TLP se sabe desde ayer de forma oficial: el F-16 de bandera griega que se estrelló nada más despegar salió descompensado, con el timón de cola girado, lo que hizo imposible elevarlo en el aire. El informe final, publicado en la web del Ministerio de Defensa francés, son más de 40 páginas donde se apunta a que posiblemente fue un objeto, y en concreto el dossier con las cartas de navegación, el que cayó sobre el mando que hace girar el timón de cola (el llamado trim), sin que el piloto ni el copiloto griego se dieran cuenta antes de despegar. El informe, que descarta cualquier problema de seguridad en los protocolos que siguen los cursos en Albacete, advierte de que los oficiales griegos no cumplieron los procedimientos al revisar la cabina 20 minutos antes del despegue, mientras se encontraban en la plataforma de estacionamiento. Según el informe, el procedimiento habitual es hacer esa última revisión justo antes del despegue, y realizarlo como se hizo supuso un riesgo que, combinado con otros factores, derivó en el fatal accidente, el mayor en la historia del TLP y también en la historia de la aviación en Albacete.

La elaboración de este informe ha contado con participación de ocho militares españoles, además de personal de Estados Unidos, Francia, Italia y la dirección de la fuerza aérea griega. La investigación iniciada tras el siniestro -en el que además de los 11 fallecidos 33 personas resultaron heridas- ha tenido en cuenta cada factor que podía influir en lo que pasó en las pistas de la Base la tarde del 26 de enero, cuando poco después de las 15,10 el avión griego despegaba y se iba contra el suelo al desviarse hacia la derecha, alcanzando al personal y las aeronaves que estaban en la plataforma. El informe analiza todo, el funcionamiento del F-16, y la propia condición de los dos oficiales griegos, piloto y copiloto, que iban en el avión y murieron junto a los nueve militares franceses.  

 

SIN INCIDENTES. El informe hace alusión a que la fuerza aérea griega no ha tenido nunca incidentes similares, y el piloto al mando realizó los mismos procedimientos previos al despegue que en días anteriores. Los expertos indican que la revisión antes del despegue -en inglés before takeoff- se hizo en la plataforma de estacionamiento, 20 minutos antes del despegue, y ello supone «un riesgo ante un cambio de configuración inadvertido». Ese cambio de configuración ocurrió en esta ocasión tras esa revisión, cuando las cartas de navegación que los pilotos suben a la cabina «pudieron posiblemente» mover la ruleta manual que fija la dirección del timón de cola del caza. Esa ruleta se giró hacia la derecha, haciendo que el avión despegara descompensado, y se trata de una parte del panel de control que no está en el campo de visión de los oficiales a bordo.

PRÁCTICA HABITUAL. ¿Por qué los oficiales griegos hicieron esa última inspección en la plataforma, y no cerca del lugar de despegue? El informe dice que eso supone «cambiar los normales procedimientos», pero que todos los participantes en los escuadrones griegos lo habían hecho así en los últimos años, «convirtiéndose en práctica común». Ni el piloto ni el copiloto advirtieron de que el mando del trim estaba girado hacia la derecha, y así el avión despegó, sin que las rápidas maniobras que hicieron al darse cuenta sirvieran ya para evitar irse al suelo, dice la investigación de los expertos.

Pero la hipótesis del objeto sobre los mandos no figura en las causas principales del accidente. El informe se limita a indicar que el avión despegó descompensado, como causa principal, añadiendo que el piloto hizo las tareas de revisión en el área de estacionamiento, 20 minutos antes. Luego se añade que hubo factores que «contribuyeron» al accidente, como que el diseño del trim en los F-16 «no impide un movimiento accidental»  de los mandos, ni cuenta con «un sistema que avise al piloto si hay descompensación antes del despegue». El viento, de 7,8 nudos también contribuyó a que el avión cayera como lo hizo pero no fue un factor «crítico», dicen los expertos, que señalan que hubo «coexistencia de un número de factores» para llevar el accidente a «un nivel fatal».