El TLP despide con honores a los franceses muertos en el accidente

MARCELO ORTEGA
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El personal de la escuela de pilotos y de la Base, junto a autoridades militares y civiles, realizaron un último homenaje a los nueve fallecidos antes de que fueran repatriados hacia su país de origen

Un oficial lleva una rosa al avión donde los féretros de los militares franceses fallecidos son cargados por compañeros del TLP. - Foto: ARTURO PÉREZ

A través del aire, a muchos metros del suelo, como tantas veces hicieron, y envueltos en la bandera nacional francesa, eran repatriados ayer por la tarde los restos mortales de los nueve militares galos fallecidos el lunes en el accidente causado por un caza F-16 de la fuerza griega que participaba en los ejercicios de vuelo del TLP. El avión, un Hércules del Ministerio de Defensa, despegó de la Base Aérea de Los Llanos a las 16,30, después de un breve acto de despedida en el que sonó el himno nacional francés y compañeros del TLP llevaron a hombros los nueve ataúdes hasta la bodega de la aeronave preparada en la pista.

Algunos familiares y amigos de los fallecidos estuvieron en el acto, acompañados por psicólogos que Francia había desplazado hasta la Base desde el momento de conocerse la magnitud del accidente. Los 11 muertos y 21 heridos constituyen el más trágico accidente aéreo ocurrido en Albacete y el peor de índole militar en suelo español en más de 30 años.

<b>HERIDOS EN EL ACCIDENTE.</b>  Toda la familia del programa de liderazgo táctico estuvo en la despedida a los compañeros franceses. Entre ellos, muchos testigos del accidente, e incluso heridos que presentaban todavía las lesiones del impacto. El homenaje fue similar al realizado la noche anterior para la repatriación de los pilotos griegos: los militares del TLP de diferentes países llevaron a hombros los nueve ataúdes hasta el fondo del hangar número 5 del Ala 14, mientras sonaba la marcha fúnebre de Chopin. Las primeras palabras fueron en inglés, una oración a la que siguió el depósito de nueve coronas de parte de compañeros del TLP, y se leyeron los nombres de las nueve víctimas: el capitán francés Gildas Tison, de 35 años y destinado en Albacete desde hace dos años, según algunas fuentes; el capitán Mathieu Bigand, de 30 años; el sargento Régis Lefeuvre, de 25 años; el sargento Nicolas Dhez, de 25 años; el sargento jefe Gilles Meyer, de 27 años; el asistente Thierry Galoux, de 41 años; el asistente François Combourieu, de 37 años; el teniente Arnaud Poignant, de 26 años, y la teniente Marjorie Kocher, de 29 años. El acto contó con el jefe del Mando Aéreo de Combare (Macom) Eugenio Miguel Ferrer como máxima autoridad militar, así como las autoridades militares de Albacete, y representantes de Francia (entre ellos el embajador) y otros países del TLP. Entre las autoridades civiles estuvo el delegado del Gobierno, Jesús Labrador, el presidente de las Cortes, Vicente Tirado, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Vicente Rouco. También hubo representación del Ayuntamiento y la Junta. El avión español llegó a la base aérea de Nancy-Ochey alrededor de las 19,15, donde se instaló la capilla ardiente en un hangar.