La localidad de Alcalá del Júcar, dentro de sus fiestas patronales, vivió ayer por la tarde el tradicional encierro, desde la Cañada hasta la plaza de poros, donde posteriormente tuvo lugar una capea. Tradicional, pero atípica suelta de reses, porque hubo un herido por asta, pero no de toro, sino de un cabestro que, como se puede observar en la tercera fotografía de esta página, esta sin castrar. El herido es un joven de la cercana localidad de Casas Ibáñez y, tras ser atendido en el centro de salud por el doctor Pascual González Masegosa, jefe del equipo médico allí presente, fue trasladado al Complejo Hospitalario Universitario de la capital albacetense.  

Los integrantes del equipo médico también tuvieron que atender a otras dos personas: a una por un golpe tras una caída durante el encierro y a otro debido a un golpe de calor.

Al margen de los incidentes reseñados, los vecinos de Alcalá del Júcar y los visitantes de los municipios cercanos disfrutaron del encierro y de buenas carreras delante de los astados en el recorrido vallado para este menester.

Tras el encierro por las calles del municipio de Alcalá del Júcar, llegó la tradicional capea en la plaza de toros de la localidad, donde también se vivieron momentos de emoción y, sobre todo, de diversión.