La acusación particular pide tres años de prisión para la madre del niño de dos años de edad, que falleció en Tarazona de la Mancha el 14 de enero de 2012, al considerarla responsable de un delito de homicidio imprudente. Además, solicita una indemnización de 100.000 euros para el padre del menor, Alonso Vidal Oulengo.  La mujer podrá dar su versión en la vista que se celebrará el próximo miércoles en el Juzgado de lo Penal  2.

Sin embargo, el fiscal discrepa con la tesis de la acusación particular y no ve delito en la actuación de la madre, ni en la de su pareja.

<b>LA ACUSACIÓN.</b> Según la versión  del abogado del padre del menor, Mariano López Ruiz, la acusada G.R.G., que tenía la custodia de su hijo de dos años de edad, A.V.R., se encontraba con éste en su domicilio de Tarazona de la Mancha, cuando sobre las 15 horas, el menor que estaba en su trona, «sin los cinturones de seguridad colocados», cayó al suelo. El menor se golpeó en la cabeza, produciéndose como consecuencia de ello un gran hematoma en la frente, a pesar de lo cual «no llevó al menor al médico, ni adoptó ninguna medida de alerta o vigilancia». Desde entonces, según declaró la acusada en instrucción, el niño decía «mami duele», pero tampoco lo llevó al médico.

En la mañana del 15 de enero, dejó al niño con el abuelo paterno, para asistir a un bautizo, cuya celebración se prolongó todo el día, siendo una amiga de la madre la que recogió al menor en casa del abuelo, ya que la madre continuó en el bautizo hasta las 21 horas. En lugar de llevar al niño a casa, lo llevó al bautizo, donde permaneció otras dos horas más. Aunque por la tarde también había referido dolor de cabeza, tampoco lo llevó al médico.

Al día siguiente, 16 de enero de 2012, el menor vomitó por la mañana y por la tarde noche y según declaró el novio de la madre, el niño se quejaba de la parte de atrás de la cabeza. A pesar de todo, la madre se fue a ver a una amiga, para hablar del carnaval y dejó al menor con su novio, quien la avisó por teléfono del mal estado del niño.

El menor fue trasladado al Centro Médico de Tarazona y después al Hospital de Albacete, donde falleció a pesar de ser intervenido de urgencia. López Ruiz asegura que si el menor hubiera sido llevado al médico en un primer momento podría «haberse evitado su muerte».

Sin embargo, según el fiscal «La madre del menor en ningún momento pudo sospechar la gravedad de la lesión interna».