Las conversaciones en torno a la trama Púnica que se han filtrado a la prensa en los últimos días han supuesto un duro mazazo en Génova. Sin embargo, para demostrar con hechos esos nuevos aires que anunció en su día el líder del PP, Mariano Rajoy, el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Casado, quiso dar la cara ayer ante la prensa para remarcar que a la formación le «abochornan, indignan y avergüenzan» los comportamientos y las conversaciones desveladas en el sumario de este caso, al tiempo que adelantó que los populares revisarán los nombres de quienes ya tienen abiertos expedientes informativos o de expulsión por si tiene que iniciar nuevos procedimientos.
En una comparecencia en la sede del PP, el abulense se cuestionó si el «99 por ciento de miembros del partido» que trabaja «15 horas al día» está «haciendo el trabajo de los que dicen que vienen a la política a no hacer nada», aludiendo al exdiputado conservador José Miguel Moreno, que, en las filtraciones, manifiesta que se ha hecho parlamentario para tocarse «los huevos». «A nosotros nos abochorna, nos indigna y nos avergüenza que cualquier persona que haya pertenecido a esta formación tenga comportamientos de esa índole e, incluso, conversaciones privadas en las que se dicen cosas absolutamente impresentables», proclamó. En este sentido, expresó su «absoluto rechazo» a las charlas de miembros del PP que se están conociendo en esta trama de corrupción, ya que, según reiteró, su grupo político es una formación «honesta» con «decenas de miles de concejales que no cobran un duro y se dejan la piel» por sus vecinos.
«Cualquier persona que hace lo contrario tiene nuestra repulsa y esperemos que la ley caiga sobre ellos con toda su fuerza», enfatizó, para añadir que, en España, «no existe la impunidad». De hecho, subrayó que con el Gobierno de Rajoy «el que la ha hecho, la va a pagar o la está pagando».
«Tenemos que comentarlo más: no hay impunidad ni tolerancia con la corrupción», señaló, para agregar que la mejor muestra de ello es que la Fiscalía y la Agencia Tributaria están actuando «con absoluta independencia y con el apoyo y aplauso» del PP. Por ello, el dirigente popular confía en que el caso no pase factura electoral a los conservadores.
Explicaciones. Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, exigió «explicaciones y responsabilidades» al presidente del Gobierno por la Púnica, otro caso de corrupción que, en su opinión, ha germinado en el PP «con el visto bueno y bajo el liderazgo del líder del Ejecutivo». Además, apuntó que esperarán a ver «hasta qué parte de su cuerpo está implicado» el ministro de Economía, Luis de Guindos, para dirigir hacia él también la petición de responsabilidades. Así se refirió el número dos de los socialistas a las últimas revelaciones sobre este caso, que, entre otras cosas, apuntan a que el cerebro de la trama, el exsecretario general del PP de Madrid Francisco Granados llamó a De Guindos tres meses antes de ser detenido para interesarse por la privatización de AENA.