El mercado exterior se ha convertido en uno de los pilares para el sustento de la economía provincial. Si bien el albaceteño no es un territorio a la cabeza de las ventas a otros países, como ocurre con Cataluña o Madrid, que concentran el grueso nacional -consecuencia de tener asentadas a las industrias más potentes-, es innegable que las empresas manchegas se abren paso.