La vendimia más madrugadora ha comenzado con las variedades más tempranas en la provincia, aunque será a finales de la próxima semana cuando la recogida de uva se generalice. En La Manchuela, comarca aquejada por los pedriscos de verano, se están recolectando ya uvas tempranas como la sauvignon blanc, pero hasta dentro de unos días no comenzará la recolección de variedades como el macabeo o la albilla. Las 32 bodegas adheridas a esta denominación de origen, que produjo el pasado año 2,2 millones de botellas, celebraron ayer la asamblea preparatoria de vendimia para fijar los controles que garanticen la calidad de la uva que llegue para vinificación. La cosecha de este año estiman será un 20% inferior a la de una campaña normal y hasta un 40% con respecto a la recolección del año pasado cuando se batieron récords de producción, según precisó Juan Miguel Cebrián, presidente de la DO La Manchuela y a su vez portavoz del sector del vino de Asaja.
«cosecha normal». Las organizaciones agrarias no quieren hacer estimaciones de cosecha a nivel provincial «hasta que no se saque la uva de las cepas». En Castilla-La Mancha la previsión se sitúa en los 22 millones de hectólitros, «una cosecha normal» dice el presidente provincial de UPA, Julián Martínez. Insisten los viticultores en que los volúmenes de la campaña pasada, que han motivado la acumulación de excedentes aún sin vender y el consecuente desplome de los precios, no son habituales, «ese problema se dio el año pasado y no tiene porque repetirse». «La cosecha que se espera, un 30% por debajo de la del año pasado, es la habitual y no debería haber problemas para que el mercado la asumiese», recalca el presidente de UPA, que no oculta su malestar con la tendencia a la baja de los precios que se ha evidenciado ya en la DO Valdepeñas donde los bodegueros han ofertado precios con bajadas que oscilan entre el 16 y el 54% con respecto al pasado año.
Y entre tanto, se espera para primeros de septiembre conocer la decisión del Ministerio de Agricultura con respecto a la obligatoriedad de destilar excedentes sin compensación obligatoria. «Eso no es una destilación, no se puede llamar así, es una retirada de producto que no cumple los parámetros vinificables para destinarlo a biocombustible», insiste el portavoz de Asaja que aprovechó para mostrar su rechazo a la norma de la Consejería de Agricultura que fija distintos niveles de producción de una misma variedad según la zona en la que se cultive, «el potencial productivo debería ser para todos por igual», insistió.