Un 'peregrino' para Madrid

AGENCIAS
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El Papa designa al arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, como sustituto del prelado de la capital, Antonio María Rouco Varela, que presentó su renuncia en 2011, al cumplir 75 años

EL PAPA NOMBRA A OSORO ARZOBISPO DE MADRID - Foto: Juan Carlos Cárdenas

El Papa Francisco revoluciona la Iglesia española con la designación ayer del vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y actual arzobispo de Valencia, Carlos Osoro Sierra, como nuevo arzobispo de Madrid, tras haber aceptado la renuncia por edad del que ha sido prelado de la diócesis de la capital, Antonio María Rouco Varela, que este mes de agosto ha cumplido 78 años. El nuevo arzobispo de Madrid cuenta con un perfil más cercano a las tesis de Bergoglio, además de ser considerado como un obispo sencillo. Por su parte, para relevar a Osoro en Valencia, el Pontífice designó a monseñor Antonio Cañizares, actual prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

El hasta ahora superior eclesiástico de la capital, el conservador Rouco Varela presentó su renuncia al Santo Padre en agosto de 2011, después de cumplir los 75 años, una fecha que coincidió con la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

El nombramiento de Osoro es una decisión personal del Obispo de Roma, quien, el pasado mes de marzo, durante la reunión con los obispos españoles en el Vaticano, le dijo al arzobispo de Valencia: «Tengo un nombre para usted, don Carlos: el peregrino».

Carlos Osoro Sierra nace en Castañeda (Cantabria) el 16 de mayo de 1945. Después de asumir distintas diócesis, Benedicto XVI le nombra arzobispo de Valencia en 2009 y también acepta distintos cargos en la Conferencia Episcopal Española, de la que fue elegido Vicepresidente en 2014.

El hasta ahora prelado de la ciudad del Turia se dirigió por carta a los valencianos en la que les expresó «afecto» y «gratitud» por los años al frente de la diócesis. «Afecto, consideración y cercanía, habéis llegado a mi corazón», manifestó, para explicar que en este tiempo ha intentado «darse a si mismo» y pidió «perdón» por las «deficiencias, debilidades y pecados», indicó.

Por su parte, el cardenal Antonio María Rouco Varela nació el 20 de agosto de 1936 en Villalba (Lugo). En septiembre de 1976, el Papa Pablo VI le nombró obispo auxiliar de Santiago de Compostela. Durante estos años colaboró estrechamente con monseñor Suquía, siendo una época fructífera que tuvo como culmen la visita de Juan Pablo II a la diócesis.

El cardenal supo simultanear su cargo como arzobispo con muchas otras tareas, como la de ser miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española desde 1984, y del Comité Ejecutivo desde 1993.

Defensor de la familia.

Juan Pablo II le nombró en julio de 1994 arzobispo de Madrid sustituyendo así a Angel Suquía, y en febrero de 1998, el Papa polaco le creó cardenal de la Iglesia en un acto litúrgico en la Plaza de San Pedro de Roma. Fue presidente de la Conferencia Episcopal desde 1999 hasta 2005 y desde 2008 hasta 2014.

El presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco,  destacó de Rouco Varela, su «valentía» y «coherencia» en la defensa de la vida, la familia, el matrimonio y el apoyo a la mujer embarazada «en unos tiempos muy difíciles».

Por último, el cardenal Antonio Cañizares fue ordenado sacerdote en 1970 en Sinarcas (Valencia). Después de ser designado para las diócesis de Ávila, Granada y Toledo, Benedicto XVI le nombró cardenal en 2006. Pertenecía a la Curia vaticana como prefecto de la Congregación de Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos.