Ciclismo de alto riesgo

I.M.
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Varios aficionados a la BTT denuncian la aparición continúa y desde hace unos meses de chinchetas oxidadas en un paraje próximo a la capital dónde se practica a diario esta disciplina, actualmente de moda, entre los albacetenses

Los ‘biker’ albacetenses están que echan humo porque su afición de practicar ciclismo de montaña se está encontrando con un invitado inesperado, unas chinchetas de unos 11 milímetros y muy oxidadas, y siempre, además, en un camino de paraje muy concreto de un término municipal próximo a la capital.

Las primeras chinchetas, según relatan dos de estos aficionados, Eloy Piqueras y Sebastián García Martínez, aparecieron hace unos meses y desde entonces, aparecen y desaparecen, por lo que los pinchazos se suceden y de hecho quien se dé una vuelta por este camino verá a ambos lados del mismo más de una cámara que ha tenido que ser cambiada antes de retomar la vuelta a la capital. Y es que el lugar en cuestión es una zona en la que todos los días es frecuentada por más de uno de estos deportista en un número importante y, más aún, si es fin de semana pudiéndose llegar al centenar de usuarios a lo largo de una semana. Y lo es por las propias condiciones del terreno con subidas y bajadas algo que precisamente es lo que buscan los que practican BTT en una provincia en la que el terreno llano es lo que predomina y en la que esta práctica está, además, de moda por lo que tampoco no es de extrañar que esta circunstancia haya corrido como la pólvora a través de Facebook y de Twitter.

De momento lo único que ha habido han sido daños materiales, no obstante, por eso de más vale prevenir que luego lamentar, no sólo se ha dado aviso de la situación vías las redes sociales sino que también  más de uno ha optado por esquivar esta parte del recorrido para luego a partir de un punto concreto seguir adelante.

Ni Piqueras ni García Martínez saben a ciencia cierta  quien las ha puesto  pero lo que sí tienen claro uno y otro es que «no nos quieren por allí  por el motivo que sea, pero nosotros no hacemos daño a nadie, somos deportistas que tenemos  como hobby coger la bicicleta y salir al campo a dar una vuelta, nada más». Se da, además  la circunstancia de que a pesar de que uno y otro llevan años practicando ciclismo de montaña, ésta, no obstante, es la primera vez que se han encontrado chinchetas en el camino.

Que el BTT y su práctica no hace daño a nadie es igualmente lo que piensa el último campeón del circuito provincial BTT, el del 2014, José Antonio Sarria. Sarria, a diferencia de Piqueras y Martínez García,  saca su bicicleta todo terreno por las inmediaciones de la población en donde vive, Valdeganga y allí «no hay chincheta». Esto no quita para que, añade, en una prueba concreta del circuito 2014, la que discurría por Casas de Juan Núñez, llegase a la meta con la rueda pinchada porque se me había clavado una.

 «Sé lo que está pasando cerca de la capital por lo que está apareciendo en las redes sociales, por las vivencias en primera persona  que está escribiendo más de un aficionado y por las fotografías que están colgando. No sé si esto está pasando en el resto de la provincia, creo que no, pero, desde luego, ante episodios como éstos sólo cabe hablar de respeto por ambas partes, o como se dice coloquialmente, un día por mí  y otro por ti. Lo que hacemos nosotros no deja de ser un deporte y que, además, no molesta a nadie».

«De momento son sólo pinchazos pero no debemos olvidar que cuando hacemos una bajada  podemos coger una cierta velocidad por lo que una caída puede resultar muy perjudicial, el accidente ser grave y el daño para el ciclista importante», comenta.

A este respecto cabe igualmente recordar lo que pasó en Vigo hace un par de meses. Allí, en el Monte Alba, un ciclista BTT sufrió un accidente que le produjo  lesiones modulares irreversibles dejándole  sin sensibilidad, según informó en su día la prensa gallega, de los hombros hacia abajo. Presuntamente una «piedra colocada con malicia, según las pesquisas policiales, fue la  causa del desgraciado accidente», el cual tuvo lugar en septiembre del 2014.

En lo que es Albacete, dejando de lado las chinchetas la única incidencia que habían vivido estos ciclistas hasta la fecha era encontrarse de vez en cuando con  carteles  que les informaban de que estaba prohibido el paso por ser camino privado y de hecho la prueba que cerró el circuito 2014 tuvo que cambiarse por este motivo precisamente.  Hoy por hoy los ciclistas BTT albacetenses pueden tener desde 15 ó 16  años hasta más de 60. Y en cuanto a la bicicleta uno puede gastarse lo que uno quiera, pues lo mismo que las hay de 600 euros o incluso menos, las hay que pueden superar las 10.000 euros pues todo depende de los complementos que se pongan.