Un terremoto, una explosión de gas, una obra mal realizada o una inundación por la rotura de una tubería o una lluvia torrencial pueden suponer daños en la estructura de los edificios, que para evitar su derrumbe necesitan de un apuntalamiento.Por ello, durante esta semana 18 bomberos de toda la región se han formado en el Parque albacetense, con el fin de saber actuar cuando se produce una emergencia de este tipo.