La estética y la depilación ponen de moda la cirugía de labios vaginales

A.M.
-

Mujeres de entre 20 y 40 años de edad se acercan a las clínicas para mejorar su vida sexual o reducir el tamaño de esta zona íntima y la intervención dura aproximadamente una hora y se realiza con anestesia epidural o general

Imagen de archivo de una operación quirúrgica. - Foto: Alberto Rodrigo

La tendencia de depilarse cada vez más las zonas íntimas de la mujer, incluso de rasurarse, ha dejado al descubierto algunas anomalías en los genitales externos femeninos. Eso, junto a la libertad sexual de la que disfrutan ahora las mujeres, está originando que la cirugía de labios vaginales, conocida como labioplastia, vaya creciendo enteros. Sin alcanzar todavía los niveles de la cirugía mamaria o las liposucciones, el rejuvenecimiento vaginal empieza a despertar el interés de muchas mujeres de entre 20 y 40 años, bien por estética, bien para mejorar sus relaciones sexuales.

Así lo verifica el prestigioso cirujano Marco Vricella, quien admite que la labioplastia es una técnica que ha surgido en los últimos años por el hecho de que culturalmente las personas, especialmente las mujeres, «cuidan mucho más todos los aspectos de la estética corporal».

Ahí entran los cambios producidos en la forma de depilarse, modos que dejan menor cantidad de vello sobre el sexo femenino, por lo que se descubren ciertas anomalías físicas. «Esta cirugía -añade Vricella- entra en acción cuando la chica va a la playa y expone su cuerpo;puede haber casos en los que este tipo de problema afecte psicológicamente a la mujer en el momento de ponerse un biquini o bañador y exponer más su cuerpo».

Otro motivo por el que aparece esta técnica quirúrgica estética es por la necesidad que sienten las mujeres de reducir el tamaño de sus labios menores para mejorar su vida sexual. Y es que, según afirma el cirujano -que trabaja para la clínica Artestética de Albacete-, el exagerado volumen de los labios menores puede crear molestias o daño en el momento de practicar las relaciones sexuales, tanto que «los labios se pueden hasta doblar hacia adentro, lo que resulta muy incómodo -e incluso doloroso- porque se trata de una zona muy sensible».

MÁS INFORMACIÓN EN EDICIÓN IMPRESA.