Todo quedó en un susto, por fortuna, que posteriormente dio paso a la sorpresa, cuando los habitantes de Ossa de Montiel conocieron que en su localidad estuvo el epicentro del terremoto que sacudió en la tarde de ayer la zona centro de España.
Según confirmó el Instituto Geográfico Nacional (IGN), fue a las 17,16 horas cuando se produjo el seísmo, un terremoto de magnitud 5,2 en la escala de Richter, calificado «de moderada a fuerte». La profundidad del fenómeno, a unos 10 kilómetros, pudo explicar que no se produjeran prácticamente daños, más allá de algún incidente leve (por ejemplo, el terremoto de Lorca tuvo una intensidad similar, pero fue mucho más superficial, a unos 1.000 metros).
Precisamente los vecinos de Ossa de Montiel se felicitaban por ello, aunque aún algo asustados durante la tarde. Decenas de ellos, incluido varios miembros de la plataforma contra la fractura hidraúlica, lo hacían en la Plaza de la Constitución, donde acudieron debido a la presencia de medios de comunicación. Allí, unos se contaban la experiencia a otros, con relatos que coincidían: fuertes vibraciones, objetos moviéndose, algún cuadro caído, nervios y finalmente una relativa calma, después de dos réplicas de menor intensidad en unos 15 minutos.
repeticiones. A última hora de la tarde, aún se registraban temblores, según confirmaron varios vecinos, aunque más leves. Tanto los oseños, como los habitantes de localidades cercanas (El Bonillo o Munera) confiaban en que cesaran, para poder pasar una noche tranquila, tras una tarde muy agitada.
Por su parte, la alcaldesa de la localidad, María Luisa Clemot, explicó a Europa Press que «los vecinos me han dicho que han pasado miedo, yo también lo he pasado, pero al comprobar que no ha pasado nada, nos hemos tranquilizado». «Están más alarmados los familiares que viven fuera y han escuchado la noticia que los que vivimos aquí», añadió, mientras recorría el término municipal con efectivos de la Guardia Civil para comprobar que no hubiese daños, labor a la que también se dedicó Protección Civil y personal del Ayuntamiento.
Mientras, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, «un mensaje de tranquilidad», destacando que «se han tomado todas las medidas complementarias que suelen acompañar a este tipo de sucesos».
Además, el Servicio de Atención a Urgencias 112 de Castilla-La Mancha recibió «cerca de 960 llamadas telefónicas avisando del temblor y solicitando información acerca de este suceso», según informaron a través de un comunicado de la Junta.
El mayor número de comunicaciones se registró durante los primeros 15 minutos del hecho, entre las 17,15 y las 17,30 horas, cuando se recibieron un total de 735. En la siguiente media hora el número de llamadas sumó otras 223. La casi totalidad de las llamadas recibidas por el Servicio de Atención de Urgencias de Castilla-La Mancha tenían como fin avisar del terremoto o solicitar información al respecto, dado que el seísmo se sintió en casi toda la comunidad autónoma.
El único suceso relacionado con este terremoto registrado en el Centro de Coordinación de Emergencias regional fue el desalojo de la Clínica de Recoletas de Cuenca, que fue posteriormente paralizado.
EN LA CAPITAL. En Albacete capital las reacciones al temblor de tierra tampoco tardaron en llegar en forma de llamadas al Parque de Bomberos, aunque ninguna por daños registrados. Desde el servicio contraincendios se indicó que «muchas llamadas eran de compañeros ofreciéndose para venir si era necesario» y otras «e personas bastante nerviosas» tras experimentar el terremoto, que se hizo notar más en áticos y pisos altos, y que incluso el personal que atendía los avisos en las instalaciones de bomberos pudo notar. El servicio del Parque de Bomberos se declaraba en alerta por la tarde para atender posibles incidencias o nuevas réplicas y temblores de mayor entidad.