Prisión para los dos titiriteros detenidos por ensalzar a ETA

AGENCIAS
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La Audiencia Nacional acusa a los artistas de enaltecer el terrorismo en una obra infantil en la que también se ahorcaba a un magistrado y se acuchillaba a una monja

 
 
Algo que, en principio, se presuponía una actividad lúdica expresamente destinada a un público infantil, ha acabado de un modo que poco tiene que ver con los finales felices de los cuentos. Aunque ya se podía intuir que la cosa no terminaría bien cuando, los propios niños que acudieron el pasado viernes a un espectáculo de títeres en Madrid, acompañados mayoritariamente por sus padres, abandonaron el lugar escandalizados por lo que veían. Y es que, el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno dictó ayer prisión provisional sin fianza para los dos titiriteros detenidos en la capital por ensalzar a ETA durante la representación, una obra programado por el Ayuntamiento con motivo de las fiestas de carnaval.
El magistrado, que adoptó esta decisión a instancias de la Fiscalía, imputa a Raúl García Pérez, de 34 años, y Alfonso Lázaro de la Torre, de 29, un delito de enaltecimiento del terrorismo y un delito cometido con ocasión del ejercicio de derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizadas por la Constitución, del artículo 510 del Código Penal.
En el auto de prisión, el juez explica que los dos arrestados, durante el desarrollo de la obra La bruja y don Cristóbal, escenificaron numerosas acciones violentas, como el ahorcamiento de un guiñol vestido de juez, el apuñalamiento de un policía, la violación de una monja y su ajusticiamineto posterior con un crucifijo.
Además exhibieron una pancarta con la leyenda Gora Alka-ETA, «habiendo tenido lugar esos hechos en un acto público, con numerosa concurrencia de personas y asistencia de un público infantil, a quien esencialmente estaba dirigida la representación».
Para el magistrado, ese cartel supone justificar públicamente los delitos terroristas cometidos no solo por ETA, sino también por Al Qaeda, ya que los propios detenidos han declarado que la expresión Alka es un «juego de palabras» referido a Al Qaeda, por lo que la traducción de la pancarta sería Viva Al Qaeda-ETA.
 
CONSECUENCIAS. Tras conocerse la decisión de la Justicia, la concejal de Cultura y Deporte del Ayuntamiento, Celia Mayer (Ahora Madrid), compareció ante los medios para dar explicaciones, aunque evitó contestar si iba a presentar su dimisión como piden Cuidadanos y PP.
La edil explicó que los programadores conocían la sinopsis de la pieza de títeres, pero no su contenido exacto, cuando «era su responsabilidad», por lo que había tomado la decisión de cesar la relación con esta dirección artística, compuesta por dos personas. 
Mientras, la portavoz de Cultura del PP en el consistorio madrileño, Isabel Rosell, tildó de «inadmisible» que Mayer «haya cargado toda la responsabilidad política en los programadores exclusivamente», pidiendo su dimisión o que la alcaldesa, Manuela Carmena, la destituya. «Con su silencio está consintiendo que en su Gobinero municipal se perpetren delitos de esta calaña», sentenció. 
La portavoz de C’s en el Ayuntamiento, Begoña Villacís, reclamó también la dimisión de la concejal de Cultura, petición a la que sumó la del director de contenidos de Madrid Destino, Santiago Eraso,