La piqueta entró en las 600 en el verano del 2014 y demolió 80 viviendas. El plan era aprovechar el maná europeo de Urbanitas para borrar del mapa 302 pisos sociales, prolongar el Parque Lineal y abrir esta barriada con el ánimo de que dejase de ser un gheto. Era una operación urbana y social de calado, que debía haberse completado en 2015, pero solo se realizó una de las cuatro fases previstas. Quedarían, por tanto, más de 220 casas por demoler. El realojo de tantas familias no es fácil, más aún cuando en la Milagrosa se pagan unos alquileres excepcionalmente bajos y son habituales los enganches que facilitan luz a coste cero. 

El plan no se ha olvidado, no obstante. «Lo importante es dar continuidad a lo que se hizo con los planes europeos y no solo hablo de los realojos, también de la reinserción social», opina el concejal de Urbanismo, Juan Francisco Jerez. De los 18,7 millones de euros que el nuevo plan de fondos europeos, el llamado Edusi, traerá a la ciudad, se reserva una partida de 998.000 euros para realojos en viviendas normalizadas de familias que vivan en pisos que vayan a ser demolidos y otros 684.423 euros para un plan de inserción laboral.

¿Cuándo se completará la demolición en las 600? No hay plazo. Lo más inminente es el derrumbe de 28 viviendas ya vacías, mientras se busca completar el realojo para poder demoler otras 32 viviendas. 

Una vez que ha quedado desierto el concurso que se abrió para comprar casas para estos realojos, se tratará de llegar a un acuerdo con el Ministerio de Fomento para comprarle 19 viviendas que tiene en la carrera de Madrid, las llamadas casas de peones camineros. Sobre la mesa hay otros proyectos de vivienda para realojos, como las ocho casas unifamiliares que se construirán en La Estrella. Con la demolición de estas 60 viviendas se completará la segunda fase, quedarán otras dos fases sobre las que no hay certeza que se lleguen a completar.

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